El color naranja, celeste y blanco sobre los adoquines es lo primero que asombró a Axel Barberán. El guayaquileño, quien regularmente camina por la avenida 9 de Octubre, notó -en esta semana- ‘el cambio de rostro’ que tiene un tramo de dicha vía entre las avenidas Quito y Machala, en el centro de la urbe.