Después de trece años, el escenario durante la temporada invernal se repite: intensas lluvias, desbordamiento de ríos, deslaves en zonas montañosas, aluviones y colapsos estructurales derivados de las precipitaciones. Entre las provincias más golpeadas por el invierno figuran Manabí, Los Ríos, Guayas, El Oro y Esmeraldas.