Peregrinación de Schoenstatt vuelve a las calles con mensaje de fraternidad, de unión y esfuerzo para sanar

Alrededor de diez mil personas se estima que puedan congregarse en una nueva edición de la peregrinación al Santuario de la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt, que se recuerda como cada año en las vísperas del Día de la Madre. En esta ocasión será el sábado 13 de mayo.

En estas semanas, el movimiento ha invitado a todas las parroquias de la Arquidiócesis de Guayaquil, además de grupos apostólicos y devotos de otras provincias, como de Manabí. En esta edición 45, el lema de la peregrinación será “Con María, hermanos para sanar al mundo”

De parte de la organización se manifestó que en el lema también se encierra un mensaje de acción fraterna y esperanza como hijos de Dios y de María, y de aunar esfuerzos para sanar al mundo de tanta violencia y falta de solidaridad.

El sacerdote chileno Joaquín Lobos, de la comunidad de los padres de Schoenstatt y a cargo de la juventud masculina, reflexionó que el lema de la peregrinacíon significa ponerse a disposición de María para sanar todos los males que hay en el mundo y a su vez, los fieles se pueden poner como “instrumentos de Dios” para que el mundo sea un lugar mejor, siendo más hermanos.

“Es justamente poder reconocer al otro como un hermano, un prójimo, alguien cercano, no como un enemigo, ni alguien distante no como alguien que nos va a hacer daño, es parte del camino para sanar el mundo, sanar esa relación entre nosotros que están tan dañadas por tantos males: egoísmo, individualismo, corrupción, y como en el poder encontrarnos en un lugar no solo bonito físicamente sino lleno de Dios”, comentó y agregó que eso propiciará el crecimiento de la sociedad de manera más unida y fraterna.

Margarita Sánchez de Gómez-Lince, integrante de la comisión de comunicación de la peregrinación 2023, refiró que luego de tres años se retomó la peregrinación masiva debido a las restricciones sanitarias que hubo en pandemia de COVID-19, y ahora los fieles están ávidos de acudir a esta convocatoria que tradicionalmente se realiza por la Madre Tres Veces Admirables.

En caminata, la ruta programada se iniciará a las 05:30 desde la iglesia Nuestra Señora de la Alborada hacia el santuario. En un lapso de una hora estimadamente se espera que los fieles circulen por las vías Rodolfo Baquerizo Nazur, Benjamín Carrión, Juan Tanca Marengo y suban a la av. del Santuario.

Además, debido al estado de excepción que limita la circulación hasta las 05:00, este año los fieles de varias parroquias de la urbe se organizan para movilizarse en buses, taxis y autos particulares con el fin de ir al encuentro. Incluso, hay unidades que se estima lleguen de otras localidades como Jipijapa y Chone (Manabí).

Sobre la logística, Jenny Alvear, otra de las integrante del comité organizador, comentó que las puertas del santuario estarán abiertas desde las 05:00 para recibir a todos los integrantes de las parroquias, incluyendo las que llegan con sus advocaciones,

Durante ese lapso, antes del alba, se les compartirán cánticos, alabanzas, instantes litúrgicos, luego desde las 06:00 se dará el rezo del rosario y una hora después se compartirá una misa con el arzobispo de Guayaquil, Luis Cabrera.

Una vez que culmina la misa, un grupo especial de acogimiento podrá recibir a los fieles que deseen ingresar al santuario, conocer más del movimiento y las tres gracias del santuario. El resto de fines de semana, el santuario permanece abierto de martes a domingo de 07:00 a 20:30.

En este evento se espera el apoyo de alrededor de 50 sacerdotes para la confesión de los fieles que deseen participar de la comunión de ese día.

“Es una peregrinación especial, la gente viene con una devoción, afán de ofrecer muchísimas cosas, se vive un ambiente de paz, esperanza y fe; se vive un momento de recogimiento especial”, recordó Alvear.

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Ella reflexionó que este encuentro invitará a la reflexión para que los fieles puedan actuar desde su lugar para “sanar al mundo” siendo corresponsables de encontrar soluciones, sin esperar que el resto haga las cosas.

“Estos momentos son importantes, es un momento de esperanza para toda la gente, no solo yo, sino para vivirlo en comunidad, estos momentos son necesarios para una reflexión personal, un ofrecimiento especial, una reflexión sobre el lema , ¿qué puedo hacer yo para sanar el mundo?, ¿qué puedo hacer yo para cambiar?, ¿puedo ser más conciliadora, puedo pensar más en el bien común y no solo pensar en mí? a todo eso nos llama”, dijo.

Gabriel Avilés, integrante de la comisión de logística, coincidió en que existe emoción entre los fieles por volver a peregrinar y encontrarse en el santuario, tras el paso de los tres años que se dieron otros eventos, como un sobrevuelo y otro acto con aforo reducido en el santuario. Asimismo, agregó que este encuentro es una oportunidad para que las familias fortalezcan sus lazos y se integren más.

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“Tengo familia que se organiza, tíos, primos, hijos, hijas, varias personas mayores, mamitas, que le piden a sus familiares que como día de la madre peregrinar juntos y puedes ver ese día familias que vienen con una alegría impresionante”, comentó.

Priscila Loor, otra de las integrantes de las voceras del evento, reflexionó que este peregrinaje será el encuentro donde los asistentes podrán ir con la motivación de que la Virgen sea “medianera” y con “poder intercesor” actuar ante Dios para que atienda las necesidades de los fieles en medio de los actuales momentos que vive la sociedad local.

“Después de tres años de no haber estado presencialmente es como por fin podemos regresar. El sentir la necesidad de sentirnos protegidos, cobijados por nuestra madre, de implorar la bendición de Dios, sobre todo en estos tiempos, conversábamos con un grupo que salimos del tiempo de miedo de pandemia para vivir hoy el tiempo del miedo de la inseguridad. Ella quiere hacernos esta gran sanación de vencer el miedo, de decir ‘si somos hijos de Dios nadie puede estar contra nosotros’, dijo.

En este evento, la organización coordina detalles logísticos y de seguridad con distintas entidades, a fin de recibir a los fieles que lleguen al santuario. (I)