Alrededor de dos mil personas participaron de la procesión de la Divina Misericordia que se inició desde las 09:30 de este domingo 16 de abril.

La caminata salió desde la altura del peaje de Chongón y avanzó en contra sentido en el carril de la vía Santa Elena-Guayaquil.

Por eso desde el santuario de la Divina Misericordia hasta el peaje solo estaba habilitado un carril para la circulación vehicular.

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Personal de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) mantuvo aislado con conos reflectivos el carril por el que avanzó la peregrinación.

El rector del santuario, padre Juan Carlos Galvis, iba presidiendo la caminata.

Los feligreses que son parte de la Asociación de la Divina Misericordia cargaron en andas la imagen de esta advocación. La imagen fue decorada con flores amarillas y blancas.

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Un carril de la vía a la costa fue ocupado por fieles. Foto: Félix Castellanos Foto: Foto: Félix Castellanos

Participaron también católicos de varios movimientos como Juan XXIII y Lazos de Amor Mariano.

Durante la caminata los feligreses rezaron la coronilla de la Divina Misericordia: “Oh sangre y agua que brotaste del corazón de Jesús como manantial de misericordia para nosotros en ti confío”, se escucha entre los asistentes que combinan el rezo con cánticos religiosos.

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Durante el trayecto se escucharon cánticos.

Los fieles caminaron esta mañana hacia el santuario de la Divina Misericordia. Foto: Félix Castellanos Foto: . Foto: Félix Castellanos

Personal de la Policía Nacional también resguardó la procesión. Los uniformados cuidaron que los caminantes no se salgan de la zona de seguridad dispuesta para la peregrinación.

Cerca de las 10:38, los fieles llegaron con la imagen a la iglesia.

Allí se celebró una misa solemne. El arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera, presidió la misa.

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Jacqueline Villamar llegó de Vinces. Ella acudió a la procesión para agraceder por sus hermanos, que se salvaron de morir con COVID-19.

Ella ha acudido antes a la procesión, pero esta vez fue más agradecida por la salud de sus hermanos.

Emilio Banchón, quien padece diabetes, acudió a la procesión para encomendar a Dios su salud. Lleva varios años padeciendo esa enfermedad y por eso trata de estar cada año. Él vive en la zona de la parroquia Febres Cordero.

Ricardo Aguirre llegó de Mucho Lote 1. Adució en silla de ruedas debido a que perdió una de sus piernas. “Vengo porque Dios es misericordioso conmigo, servir a Dios es lo mejor que puedo dar”, dijo. (I)