Ha pasado el segundo día del paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y se evidencia una disminución del comercio en varias avenidas y sectores del centro y suburbio de Guayaquil, a pesar de que el Puerto Principal no ha tenido incidentes mayores.
El paro fue convocado para el lunes 22 de septiembre. En varias localidades de la Sierra, especialmente en Otavalo, en esa jornada se reportaron cierres de vías e incidentes como el incendio a un comando de Policía y el ataque a un helicóptero que sobrevolaba el sector.
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El martes 23, en la autopista Narcisa de Jesús, en el norte de Guayaquil, se reportó una protesta con quema de llantas. El incidente no pasó a mayores, mientras en la tarde de ese día agrupaciones realizaron una marcha por la avenida 9 de Octubre.
Pese a que aquí en Guayaquil no se ha visto mayor actividad de movilizaciones e incidentes, algunos ciudadanos consultados han contado que se han resistido a salir mucho a las calles como medida preventiva por el contexto de paro.
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Por ejemplo, en la avenida Portete, en el tramo de las calles 17 y 40, se evidenció una disminución de peatones y conductores, personas que frecuentan varios comercios que están ubicados en esa zona no habían salido hasta el mediodía.
Este martes hubo menos ciudadanos recorriendo el sector.
Ana María Llanos, residente de la calle Venezuela y la 17, indicó que han llegado menos comerciantes ambulantes y que personal de la Policía ha estado recorriendo el sector para evitar algún incidente.
En la zona hubo patrulleros tanto de la Policía Nacional como de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM). Este es uno de los puntos donde regularmente suelen reunirse cuando hay convocatorias de paro.
Asimismo, alrededor del mediodía, en el sector de la Bahía de Guayaquil, a lo largo de la avenida Olmedo, había más comerciantes que compradores. Se podía observar una gran disminución de personas que regularmente frecuentan estos sectores comerciales para adquirir diversos productos. Hoy habían preferido no salir.
Cecilia Menéndez, comerciante de la calle Villamil, comentó que esperaba a varios clientes. Pero le mandaron un mensaje de que iban a acudir el fin de semana, ya que esperan que bajen las protestas o eventos de incidentes relacionados con el paro nacional.
“Ya no sabemos qué hacer para que esto mejore, ahora con este anuncio de paro esperemos que pronto se calme esto, que podamos trabajar en paz”, explicó la mujer, quien vende productos electrónicos.
Hasta el mediodía, ella no había vendido ni $ 10. Regularmente a esa hora ya había conseguido de $ 20 a $30.
En centros comerciales se ha evidenciado una baja afluencia de usuarios que acuden para adquirir productos o servicios en locales.
Una vendedora de un local ubicado en un centro comercial de la av. Orellana, Belén, expuso que desde el lunes anterior se nota una merma en la afluencia de clientes.
Ella contó que habitualmente atiende a más de 25 usuarios por día y el martes apenas tuvo menos de cinco. “Es deprimente la situación, sobre todo para el que depende de las ventas”, expuso. (I)