Desde marzo del 2019, la ciudadana Mariela Aguirre ha denunciado al Municipio de Samborondón que un inmueble que colinda con su vivienda supuestamente irrespeta las normas de construcción establecidas en ordenanzas.

Aguirre reside en la urbanización Vereda del Río, en la parroquia La Puntilla, en Samborondón. Comentó que en la vivienda contigua a su domicilio, que tiene menos de cuatro metros de retiro, los ventanales han sido instalados a una altura menor a 1,80 metros.

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Según el artículo 13 de la ordenanza de edificaciones emitida por el Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) municipal de Samborondón, “a efectos de impedir los registros de vista a los vecinos, las aberturas o ventanas que tengan las especificaciones en sus plantas altas y hacia retiros laterales y posteriores menores a 4 metros deberán tener un antepecho de mínimo 1,80 metros de altura”.

En el artículo 21 también se refiere a este tema. En este punto se indica que en caso de retiros laterales y/o posteriores, se admitirán dimensiones menores a las antes indicadas “siempre y cuando se incorporen en la solicitud del caso cartas notariadas, de acercamiento o adosamiento, suscritas por los correspondientes propietarios de los predios colindantes”.

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El artículo mencionó que, de ser tales retiros menores a cuatro metros, se deberán prever medidas de diseño en ventanas, balcones, terrazas, azoteas, miradores, etc., que impidan el registro de vista a los vecinos.

Según Aguirre, en el Municipio le respondieron que el inmueble no estaba incumpliendo con la ordenanza, pues el reglamento interno de la urbanización lo permite.

Aguirre firmó un acuerdo con la propietaria del inmueble contiguo luego de que esta última ciudadana reclamara por un espacio en común entre las dos viviendas.

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Entre algunos aspectos, Aguirre permitía la ubicación de la ventana “siempre y cuando esté arenada para evitar el registro de vista y se abra a la altura superior de 1,80 metros”. La vecina también aceptaba la altura de instalación de un mesón de Aguirre.

No obstante, la ciudadana refirió que en el acuerdo no estaban establecidas las otras dos ventanas con registro de vista. Explicó que en esa época no sabían sobre estos pequeños ventanales, pues la obra estaba cubierta con una lona.

“Antes de la pandemia, cuando terminó la construcción, sacaron la lona que la cubría y sí hay registro de vista de otras dos ventanas”, manifestó Aguirre.

A pesar de los reiterados pedidos de una nueva inspección en los inmuebles, Aguirre dijo recibir negativa por parte de funcionarios del Municipio de Samborondón.

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“Solicitamos luego un criterio jurídico al procurador síndico, quien respondió indicando que si bien es cierto que existe un acta con un acuerdo entre las partes, no hace referencia a las otras dos ventanas, por lo que recomendaba a la Dirección de Edificaciones realizar una inspección con la finalidad de esclarecer si las ventanas mencionadas cumplen o no con la ordenanza”, explicó Aguirre.

La ciudadana manifestó que esta situación se contrapone a las ordenanzas y pide al Municipio de Samborondón que atienda su caso. “Ha sido una pérdida de tiempo, pérdida de dinero en abogados, ya tenemos más de dos años con este tema, con reuniones, visitas al Municipio no recibiendo el mejor de los tratos”, refirió Aguirre.

Este Diario solicitó la versión del tema al Municipio de Samborondón, pero no se ha recibido una respuesta por parte de funcionarios. (I)