En los barrios, urbanizaciones y ciudadelas cerradas de Guayaquil y cantones aledaños se aplican e intensifican diversos protocolos a partir de los incidentes registrados la semana anterior, entre esos la incursión armada al canal público TC Televisión y otros ataques violentos a entidades públicas y privadas.
Esta serie de actos violentos motivó que en los barrios se den reuniones de representantes barriales para tratar de tomar medidas que precautelen la seguridad de las familias y mantener la tranquilidad en sus entornos.
Publicidad
Por medio de chats y redes sociales se difundieron las normas para enfrentar la situación actual, además de reiterar los pedidos a las autoridades para que realicen rondas y controles en los sectores, en medio del estado de excepción y conflicto armado interno.
En Samanes 4, por ejemplo, los vecinos han gestionado la intensificación de los controles en los seis portones, que tienen ingresos peatonales y vehiculares con prestadores de servicio de control. Este sector además desde hace meses cuenta con sirenas comunitarias, chats conectados con la Policía y además cámaras instaladas en las calles.
Publicidad
Janina Carrera, presidenta del comité barrial del sector, contó que se solicitó que coordinadores de cada puerta socialicen y reiteren el pedido de colaboración a vecinos para respetar las medidas adoptadas, como el ingreso ordenado por los portones a fin de ayuda en el control que hacen colaboradores en los portones.
“Gracias a Dios, el morador entiende que lo que hacemos es por el bienestar de la comunidad”, precisó la dirigente de Samanes 4, que agrupa a unas 500 familias.
Entre las acciones implementadas también se da el cierre parcial de puertas de cerramientos y, en caso de ingreso de personas extrañas, se solicita la cédula de identidad, se retiene el documento hasta su salida y se le consulta el sitio adonde irán de visitantes. “Hemos reforzado y vuelto a recordar que tienen que estar cerradas completamente las puertas”, dijo Carrera.
Asimismo, en el barrio se evita el ingreso de dos personas en moto; y, de ser necesario, al propietario se le recomienda que acuda hasta el acceso para verificar la situación. De igual manera, al dueño de casa o un visitante se les recomienda que ingresen por el portón donde aportan para la seguridad.
“No le impedimos el paso a nadie; solo tienen que identificarse para ingresar al sector. El morador también tiene que ser responsable y ayudarnos en la comunicación, en socializar con la comunidad”, expuso la dirigente.
En la misma jornada del 9 de enero, en medio del regreso de los vecinos a sus hogares, en la urbanización Portal al Sol, en coordinación con la seguridad privada y el comité de seguridad, también se adoptaron acciones urgentes para resguardar a la comunidad de ese sector de la vía a la costa, contó Marcos Mata, coordinador del colectivo Vía a la Costa Progresa y presidente de Portal al Sol.
Estas medidas incluyeron la reducción de los accesos, cerrando los ingresos auxiliares y quedando concentrados solo en uno. Además se restringió temporalmente el ingreso de personal de entrega a domicilio, que ahora debe entregar sus productos en garitas, y además se suspendieron trabajos de mantenimiento, construcción y reparación que estuvieran realizándose en el momento.
En el ingreso a la urbanización se procedió a cerrar y abrir las puertas metálicas de acceso, aparte del sistema de esclusa de plumas. Además, a los vehículos con vidrios oscuros se les hace una revisión exhaustiva para evitar la posibilidad de personas sospechosas
Hasta el momento, luego de varios días de los incidentes del 9 de enero, se conservan algunas de estas medidas con modificaciones progresivas para facilitar las actividades, como registro de personal que labora rutinariamente y aquellos que transportan o envían entregas desde la urbanización.
Además, en la urbanización se comprueba periódicamente que el cerco eléctrico perimetral se mantenga operativo y hay comunicación fluida entre todos los guardias con el comité de seguridad. Asimismo, el cierre de garita principal se realiza a la hora de inicio del toque de queda y no se aceptan más entregas de delivery (a domicilio).
“Los procedimientos de vigilancia y control (de autoridades) son cruciales para cubrir los incidentes de una forma más proactiva que reactiva, por las limitaciones que existen para los civiles de disponer de armas”, comentó el vecino Mata, quien además agregó que en esta urbanización se analizan futuras acciones, como mejoras en el sistema de cámaras, ingreso con sistema biométrico o de reconocimiento facial para residentes.
Otro de los sectores donde también se han instalado rejas en los últimos meses es la ciudadela La Atarazana, donde la comunidad se mantiene integrada y en comunicación a través de coordinadores en cada peatonal.
Allí, Richard Maldonado, dirigente y vecino de La Atarazana, apuntó que se trata de aplicar las sugerencias de autoridades de permitir el paso peatonal en cerramientos de 06:00 a 20:00; pero, en caso de emergencias, se mantienen alertas con representantes de cada callejón para aplicar cierres urgentes de puertas con llave, a fin de resguardar a la comunidad.
El 9 de enero anterior, día de incidentes, se aplicó este protocolo de mantener las puertas con llave por la ronda de motos sospechosas en la zona y el temor a la comisión de asaltos o atentados.
Pese a que no se han dado alertas mayores en estos días, el dirigente expuso que el sector necesita de mayores rondas policiales, puesto que hay personas que merodean por la zona para cometer atracos. En un video de una cámara de seguridad recientemente quedó registrado cuando un sujeto escala hasta el primer piso de una vivienda, ubicada en la av. Plaza Dañín, para ingresar a robar.
En cantones aledaños, como La Aurora, y a lo largo de la autopista Narcisa de Jesús, donde se apostan urbanizaciones cerradas, también se aplican medidas de cierres de puertas metálicas situadas en garitas para que sirvan como una barrera extra de protección. Allí además cuentan con garitas, plumas de control, reductores de velocidad y guardias.
Jaime Peñafiel, un vecino de una etapa de Villa del Rey, en La Aurora, cantón Daule, expuso que en su urbanización se dan controles más rigurosos en el ingreso de cada carro de propietario y visitantes; y que, al igual que Portal al Sol, se da restricción en el acceso de motos con envíos a domicilio, por lo que el dueño de casa debe ir a garita a recoger su encomienda.
Además, la puerta de garita se mantiene cerrada la mayoría del tiempo, y no como anteriormente se daba, cuando únicamente se accedía con un registro a través de un tag electrónico. “Son parte de las condiciones que toca vivirlas, por el momento, para tranquilidad de todos”, dijo este vecino. (I)