En agosto pasado, Javier, disc-jockey (DJ), accedió a tomar un contrato para tocar en una fiesta de quinceañera en un local del Guasmo, en el sur de Guayaquil. Para ese trabajo le contactó una persona referida que había escuchado su presentación en un matrimonio realizado en el centro. “Uno averigua, como uno lo vio familia tranquila, pensé que no pasaba nada”, relató el hombre.