Francisco Sánchez cocinaba varias carnes sobre un asador en el acceso a su restaurante situado en la avenida Benjamín Carrión, mientras los clientes de una mesa se acomodaban para degustar esos cortes acompañados de moros. Aquellos eran los únicos comensales que permanecían en ese local pasadas las 17:00 del lunes pasado.