El papa Francisco encabezó ayer un encuentro ecuménico en la sureña ciudad italiana de Bari, donde se discutió cómo promover la paz en Oriente Medio y dijo que construir muros, ocupar territorios y el fanatismo religioso no resolverán el conflicto en la región.

El sumo pontífice también reiteró su opinión de que el status quo de la ciudad de Jerusalén debería respetarse y manifestó su apoyo a una solución de dos Estados para la disputa entre Israel y los palestinos. Además condenó el extremismo religioso, afirmando que muchos conflictos en la región han sido avivados por “formas de fundamentalismo y fanatismo que, disfrazados de pretextos religiosos, han blasfemado en realidad el nombre de Dios, que es paz, y han perseguido al hermano que desde siempre ha vivido al lado”. (I)