De brazos cruzados. Así estuvieron ayer en la mañana comerciantes de locales de la Bahía; en el centro; en la zona de mariachis, en la calle Gómez Rendón y Carchi; y en el Mercado de Flores.

Las ventas y los pedidos musicales para el Día del Padre, que se conmemora este 17 de junio, aún eran bajos, con poco movimiento.

Vendedores de estos puntos reconocen que existe una diferencia “enorme” entre el flujo comercial que se registra en el Día de la Madre frente al Día del Padre.

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Ellos explican que el guayaquileño para celebrar a las madres sí “separa dinero” para un detalle, así sea comprado a última hora.

Héctor Delgado, analista económico, cree que esto se debe a que existe más oferta de productos para mujeres, mientras que el hombre gusta más de experiencias, es decir, salir con amigos, una comida en familia, o un plasma para ver el Mundial de Fútbol, que este año coincide. “La mujer también, pero existen más artículos para ellas”, señala el especialista.

Agrega que los empresarios saben que habrá repunte de ventas para el Día de las Madres, pero para el Día del Padre es como un día normal, un 30 % menos en comparación con el otro festejo.

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Este año, sin embargo, unos negocios han ‘enganchado’ el Mundial con el festejo de padres.

En el centro de la urbe esperan que los clientes lleguen con afluencia entre mañana y el domingo.

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En el centro comercial Bahía Malecón, Susana, una vendedora de la galería B, muestra arreglos para el papá desde $ 8 hasta $ 20, con globos y un mensaje de Feliz Día, algunos vienen con jarros, bombones, peluches, cerveza, etc.

En el Mercado de Flores, Denisse Tejada, vendedora, dice que para los padres se ofrecen arreglos de girasoles y rosas de colores.

En la zona de mariachis, los contratos no surgían y esperaban que llegue el fin de semana. (I)