La primera semana de febrero marcó el inicio del fin para la tercera temporada de Masterchef Ecuador (Teleamazonas). En efecto, el lunes 31 de enero la competencia arrancó con los afortunados del top10; para el jueves 3 de febrero la lista se acortó a 9 participantes, despidiendo a Ernesto. Y el viernes, María José y Ana se aseguraron un puesto para el reto de eliminación, que será la semana que se inicia el lunes 7 de febrero.

También ha sido un tiempo para brillar en una segunda oportunidad. Con su regreso triunfal a las cocinas de Masterchef, el guayaquileño Klever Solís, de 35 años, quiere demostrar que puede ser uno de los favoritos de la contienda. Desde que se reincorporó al programa el lunes 24 de enero, este estudiante de Comunicación Social ha sumado muchos más aciertos que tropiezos, en comparación con su primera etapa en el concurso. Y la última semana no fue la excepción.

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Justamente el lunes, Klever se mostró notablemente conmovido cuando la producción entregó a los diez primeros finalistas una chaquetilla de chef (chaqueta filipina) con sus nombres bordados. “Ponerme la chaqueta me emociona mucho. Para mí, más que orgullo es una responsabilidad... Siento que estoy llegando a donde quiero y espero llegar”.

Chili picante con carne y frejoles, con salsas guacamole y pico de gallo para refrescar y porción de totopos. Foto: El Universo

Ese día, Klever se perfiló con un chili con carne molida y fréjoles y una porción de totopos, que apenas tuvo reparos de los jueces en el reto de la caja misteriosa.

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En el reto de comida vegana, Klever triunfó con una hamburguesa de frejol acompañada por un rollito de vegetales (espárragos) con tofu y una salsa de tomates deshidratados con leche de soya. Foto: El Universo

Más bien su hamburguesa de fréjol se alzó como uno de los mejores platillos en el reto creativo, cuya consigna fue la comida vegana. Y eso que él confesó que no le gustan los vegetales. Esta victoria le concedió una de las tres capitanías de equipos para el reto de campo en el siguiente episodio.

El martes 1 de febrero, los concursantes se transportaron a un hangar para cocinar a diez viajeros de alto perfil. Con Klever se integraron Wilson, María Laura y Ana. Siguiendo la temática del ambiente, cada grupo preparó una entrada y un plato fuerte provenientes de un par de naciones asignadas al azar.

Klever (c) como capitán del equipo azul en el reto de campo (martes 1 de febrero).

La agrupación de Klever se enfocó en una entrada de Italia: un carpaccio de lomo de res. Este platillo generó el mayor número de comentarios positivos. “Está perfecta”, mencionó una de las invitadas.

El plato fuerte fue de México, con tortillas de cochinita pibil con mole poblano. Los comensales dijeron sentirse “transportados a México con cada bocado”.

El 'carpaccio' del grupo de Kléver, acompañado de queso parmesano, aguacate en el centro y hojas de eneldo para darle frescura, recibió múltiples halagos. Foto: El Universo

En esta actividad, los convidados debían votar por la pareja de platillos que más disfrutaron. Ocho, de los diez, prefirieron el menú del grupo de Klever. Así, no solo arrasó en ese desafío, también evitó que sus compañeros vistieran el infame mandil negro para el reto de salvación del miércoles 2 de febrero. Ese día únicamente compitieron aquellos que llevaban esa prenda y solo Ana se salvó.

Desde el balcón, Klever presenció a sus compañeros otra vez el jueves 3 de febrero, cuando se disputaron el reto de eliminación, que finalmente frenó la participación de Ernesto.

Klever frio un atún en el reto de frituras, con un lado con costra y el otro sellado; pero la cocción le falló finalmente. Foto: El Universo

El viernes 4 de febrero empezó un nuevo ciclo de retos, que inician con la caja misteriosa. La temática de esta actividad fueron las frituras; Klever tuvo que freír un atún y, aunque quiso innovar con una costra ácida, lamentablemente le falló la cocción y fue criticado.

No obstante, en la segunda parte del programa, el cocinero sobresalió de nuevo pese a que, una vez más, las condiciones no parecían favorables. Lo hizo en el reto creativo, para la deconstrucción de un plato típico que fue desarrollado por parejas. A Klever le tocó con Wilson, con quien al parecer no congenia del todo, por lo que los demás esperaban que el dúo fracasara con su propuesta de caldo de pata.

'Choque de energías' fue la propuesta de Klever y Wilson cuando debían preparar la deconstrucción de un caldo de pata. Foto: El Universo

Pero ellos dejaron de lado sus conflictos anteriores y se concentraron en cocinar (con muy aceptable camaradería). A pesar de ligeras fallas, el jurado lo calificó gratamente.

Klever había sido retirado de la competencia el viernes 21 de enero, luego de que se lo hubo considerado ni creativo ni arriesgado. Como todos los eliminados, sorteó su regreso en el espacio Tiempo extra. “Klever vino a sacarlos a todos”, sentenció el chef Jorge Rausch en su retorno al resto de los cocineros, quienes en su mayoría no compartieron la alegría de Klever por volver. “A pesar de que no soy de gusto de mucho de ustedes, solo les quiero decir que eso no me importa”, expresó en ese momento.