Cada Halloween, Heidi Klum convierte la noche del terror en un desfile de creatividad. Pero este 2025 llevó el juego a otro nivel: se transformó en una Medusa viviente, cubierta de escamas verdes, colmillos y un tocado de serpientes mecánicas que se movían con precisión.
La modelo alemana apareció en el Hard Rock Hotel de Nueva York tras nueve horas de trabajo junto al artista de efectos especiales Mike Marino, responsable del maquillaje y las prótesis que borraron por completo su rostro. Durante el día compartió el proceso en sus redes, desde los moldes hasta el momento en que su piel quedó convertida en una textura reptil.
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“Medusa siempre me ha parecido un personaje icónico, misterioso y feroz”, contó en entrevistas. “La leyenda de que podía convertir a los humanos en piedra siempre me ha fascinado”.
Junto a ella estuvo su esposo, Tom Kaulitz, guitarrista de Tokio Hotel, caracterizado como un guerrero de piedra. Juntos recrearon una escena mitológica: ella, la criatura maldita; él, su víctima inmóvil.
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Desde hace más de dos décadas, Klum eleva el nivel de cada Halloween. Ha sido E.T., un gusano gigante, la diosa Shiva, Jessica Rabbit y hasta una versión envejecida de sí misma. Este año reafirmó su título de “reina del Halloween” con un disfraz que combinó teatralidad y precisión técnica.
Su fiesta, una de las más esperadas de Nueva York, reunió a celebridades como Kim Kardashian, Ed Sheeran y Paris Hilton. Y aunque los disfraces abundaron, ninguno logró eclipsar a la mujer que cada año redefine lo que significa disfrazarse. (E)