“Ustedes han sido elegidos para escuchar las canciones del nuevo disco por primera vez”. Fueron palabras de Juana Monk, una de las vocalistas principales de la agrupación ecuatoriana Swing Original Monks, que ha sido difícil de definir su origen, ya que sus integrantes son de distintos lugares y nacionalidades, pero en su momento se la ubicó como quiteña.
El Teatro Sánchez Aguilar (TSA) fue el lugar elegido para la cita con los fieles seguidores de la agrupación. La fidelidad es importante. Los monks dijeron que no iban a interpretar un repertorio usual, sino todas las canciones de su próximo trabajo de estudio, del cual solo se ha revelado el sencillo Volcánico. Esto provocó que el público no tuviera una pronunciada asistencia para un espectáculo que sin duda alguna mereció una sala llena. Sin embargo, pese a la falta de fanáticos, quienes se tomaron lugar en esta velada mantuvieron una gran energía que contagió a los artistas, teniendo así un show electrizante.
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Algunos detalles del nuevo álbum fueron viendo la luz con el paso de la noche. El disco será lanzado en agosto, también mostró un sonido que por momentos fue un tanto distinto, pero que por supuesto tiene el swing original de los monks. Esta música tiene notables elementos tropicales, como los vientos y la latente percusión, aun así no se abandonó la distorsionada guitarra que abordaba el rock.
Uno de sus temas incluso contaba con un estridente riff que tuvo como invitado al artista guayaquileño Diego Spotorno, quien los acompañó tocando, mientras Gabriel Baumann rapeaba de forma casi violenta, también agradeció a los asistentes, mencionando que estaba sintiendo una conexión única con los músicos. La gran mayoría agradeció bailando y saliendo de sus localidades asignadas, para enseñarle a la banda que pese a no conocer el setlist completo, esto no impediría el baile y la murga.
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Por supuesto, los éxitos y clásicos no hicieron falta. San Antonio, Grita pregonero, Caminito, Fiesta popular y algunos más marcaron la pauta para los gritos y coros que hicieron lucir el concierto como si la sala principal del TSA no tuviera espacio para más.
La música ecuatoriana no respeta géneros o estilos musicales. Desde lo tropical y urbano, hasta el rock y lo andino. Lo importante siempre será tener fanes que acompañen a todos lados.
Al concierto se dieron cita personas de todas las edades, desde niños que esperaron por una foto con los músicos, jóvenes, hasta adultos mayores que bailaron hasta el final. La banda también presentará su disco Volcánico en Quito, el próximo 13 de julio, en el Teatro San Gabriel. (E)
