Desde que Bad Bunny interrumpió el transcurso de nuestra existencia con Diles, en el 2016, todo lo que el hombre se ha propuesto a probar o experimentar en la música se ha convertido en un éxito apabullante. Es una especie de rey Midas del género urbano, que todo lo que rapea se convierte en oro, para satisfacción de sus seguidores y para el fastidio de sus detractores.