Cuando era adolescente, Bernardo Henriques Sayago se topó con una llamativa fábula rusa, ambientada en un circo. Uno de los personajes era Droz, un mono rebelde y renegado, que “termina quemando el circo y liberando a todos los animales”. Su personalidad encantó a Bernardo y a sus hermanos, cuando armaron la banda del mismo nombre. Y ahora ese mono rebelde, como su carrera musical y la imagen que los identifica en discos y videos, acaba de cumplir 25 años de existencia.
El músico de 43 años, que entonces era el único mayor de edad del grupo, recuerda que la agrupación se concibió como un proyecto “familiar” con sus hermanos Ismael y Gabriel, y su primo Enrique, que aún estaban en el colegio. Bernardo fue el último en unirse forzosamente cuando se quedó sin su banda previa y surgió un contrato. La visión inicial era simple: “dar un buen show y divertir a la gente”.
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¿Qué los mantiene en vigencia? Para el músico, seguir haciendo lo que les gusta los mantiene en trayectoria, guiados por su visión de “niños que desean seguir creando”. “Luego está la gente que nos ha seguido durante todo este tiempo, eso nos ha impulsado a seguir haciendo música. Que nosotros sigamos tocando es, básicamente, un agradecimiento a la gente que siempre está”.
A momento las principales figuras de Droz siguen siendo los hermanos Ismael y Bernardo Enríquez. Los acompaña en su aventura musical Jorge Campoverde, como productor general; el guitarrista Ricardo González; y Julio Paredes, que se acaba de sumar en las baterías y percusión.
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Droz se pone salsero
Aunque arrancaron como rockeritos, bromea Bernardo, en este tiempo Droz se ha dado permiso para evolucionar a otros ritmos y darles su toque. “El disco que estamos promocionando en la actualidad es La cena está servida. Incurrimos en experimentos como la salsa, hemos mezclado mucha salsa con rock para ir acorde con nuestro crecimiento musical y con una diversificación de nuestra música hacia el resto del mercado“.
Hay dos temas muy famosos, Qué locura enamorarme de ti, escrito por Alejandro Vezzani y que lo hizo famoso Eddie Santiago; y Yo no sé mañana, compuesto por Jorge Luis Piloto y Jorge Villamizar y cantado por Luis Enrique.
“Toda la vida me gustó la salsa, así como a mi hermano le gustó la música electrónica y a mi otro hermano, la electrónica y el metal. Cada uno tenía su género principal, rock, y un subgénero”, explica el cantante.
“Un día yo llegué con la idea de hacer un arreglo, porque no es un cover, es un arreglo 100 % trabajado al estilo Droz de una canción icónica de salsa. Todo funcionó, siempre partiendo de la premisa de que íbamos a hacer rock más salsa... No íbamos a abandonar nunca el género base, el rock. Y el tiempo nos dio la razón, porque la primera canción que sacamos de rock salsa fue Casi un hechizo, hace exactamente un año y medio, y el mundo entero se volvió salsero. Dentro del corazón de todo roquero hay un salsero”.
Esa situación es más común de lo que uno piensa, aclara Bernardo, es especial porque las progresiones del rock y las de la salsa se arman de formas muy parecidas, musicalmente hablando.
Sobre la música ecuatoriana
“Creo que la escena ecuatoriana ha crecido mucho; sin embargo, todavía necesita apoyo constante por parte de los oyentes y de los medios. En mi caso, soy un agradecido al 100 % de las oportunidades que nos han dado los medios en Ecuador, no puedo decir que los medios no nos han apoyado”, afirma Bernardo, seguro de los medios tradicionales siguen siendo importantes para los músicos ecuatorianos.
“Los medios tradicionales van a seguir siendo un apoyo fundamental en las carreras de todos los músicos. Todos podemos pautar en una red social y llegar a 250.000 personas con una pauta de muy poca plata. Pero los medios tradicionales son los que te permiten llegar a charts, a estadísticas, a un Billboard. Son los medios los que te dan a conocer, por ejemplo, este año participamos por sexta ocasión en los Latin Grammy. Los medios tradicionales te hacen noticia para toda la vida”.
Hitos y futuro
En estos 25 años, Droz también desea celebrar los incentivos económicos y culturales que han podido obtener, por ejemplo de Sayce, a cuyos premios REM han estado nominados a tres veces. “Para nosotros Sayce ha sido muy importante, porque ayuda al músico ecuatoriano a seguir produciendo”.
Un gran orgullo a festejar también es haber grabado un disco “para la hinchada más grande del país, la hinchada del Barcelona; “haber vendido 10.000 discos en la época en la que no se vendía ni un disco y prácticamente haber sido el último tiraje de la fábrica de discos ecuatoriana, para nosotros es un orgullo”.
El aniversario 25 de Droz coincide con diciembre, un mes bastante movido por las festividades que contiene. Por eso Bernardo aclara que están planeando celebrar con un show especial, con invitados. Adelanta que están listos a presentar su sexto disco, titulado Nunca fuimos un error, que incluye colaboraciones de artistas locales, que pondrán su toque en arreglos de salsa, rock y pop. (E)