“Usted tiene diez meses de vida, aprovéchelos”, le dice sin más el médico a Martín, personaje principal de La carnada. Es esta frase la que se interpone como detonante de una historia que no solo se traslada de un lugar a otro, sino de un tiempo a otro. La nueva novela que Ernesto Carrión entrega a sus lectores está llena de fantasmas del pasado que acechan especialmente a su personaje principal.

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“Es una novela psicológica, es una novela sobre la culpa y sobre un dilema; y también me parece que es una novela en la que se expone el deseo de conseguir el perdón sobre actos que son imperdonables”, afirma Carrión a este Diario.

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La carnada presenta a Martín, un hombre al que con tan solo 24 años de edad le diagnostican cáncer terminal. La noticia la recibe en Estados Unidos, lugar donde residía ya hace un par de años; pero la situación en la que se encuentra lo obliga a retornar a Guayaquil, su ciudad natal, en busca de un solo objetivo: el perdón por un hecho de su pasado que lo empieza a atormentar.

“Lo que va a pasar aquí es que en lugar de echarse a morir, o quedarse en Estados Unidos y ocultar su enfermedad, él regresa bajo ese propósito”, dice el escritor ecuatoriano.

Ya en Guayaquil, además de reecontrarse con sus padres, busca a sus amigos para tratar de aliviar esa culpa. “Él quiere morir siendo perdonado”, resalta Carrión, y agrega que su condición podría generar una cierta conexión con el lector.

“El hecho de que Martín esté desahuciado hace que el lector, de pronto, pueda un poco sentir alguna empatía con el personaje principal”, apunta.

La narración de la historia va acompañada de otras temáticas que Carrión plantea a través del protagonista, a quien se lo ve constantemente teniendo episodios sexuales, fantaseando desde su época colegial.

“Estamos viendo el viaje de alguien que termina verdaderamente alterado por lo que es la pornoadicción, y es una de las cosas que quería poner en debate en la novela, que es cómo la tecnología, cómo el internet, cómo toda esa facilidad de acceder a material pornográfico termina alterando, termina quizás distorsionando la percepción de un muchacho y convirtiéndolo en una persona que no puede sentir empatía y sentimientos hacia una mujer, por ejemplo”.

“Me interesaba pensar en las diferencias que pueden existir entre alguien que consumía revistas Playboy o Penthouse en los años 80 y un chico que sobre el año 2000 empieza a visitar estos espacios en internet”, añade Carrión.

Los dilemas también son parte de La carnada. Martín busca a quien fue novia de uno de sus amigos para pedirle perdón, pero se encuentra con la sorpresa de que ella no recuerda nada. “El no recordarlo lo pone a él en el dilema de contárselo u ocultárselo. Contárselo lo aliviaría a él porque podría ser perdonado”, señala el autor.

El centrar la historia en personajes que bordean los 19 años, dice, le permitió retratar la clase social alta de un grupo determinado, que antes no había podido tratar en otras novelas. “Chicos que jugaban un poco a ser bohemios, que jugaban a escuchar a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, que tienen ideas ecologistas. Esos chicos que de alguna forma quieren salir de su clase social...”, indica.

Un barco como interlocutor

Una embarcación abandonada hace décadas en Salinas y conocida popularmente como el Barco Hundido se convierte en uno más de los personajes de la historia. De hecho, una recreación de este es la portada del libro.

En el libro Carrión lo describe como algo parecido a un buque de guerra salido de la niebla fontanosa de alguna historia llena de fantasmas.

“En ese viaje va a aparecer un personaje que es muy importante para mí, el Barco Hundido, que estaba en Salinas y que en realidad era un barco que estaba varado...”, cuenta.

“El barco va a cobrar un significado importantísimo en la trama del pasado, en esa trama en la que vemos cómo se reconstruye lo que sucedió en Salinas (en 1999)... Este barco se va a convertir en un interlocutor mental que va a ser con quien Martín realmente termine conversando lo que quiere hacer en su mente; todos sus temores y bajezas él las conecta, las ve, las siente y las reproduce cuando está mirando el barco”, relata Carrión.

La carnada se encuentra disponible en librerías como Rayuela, Mr. Books, Librería Española, y también se lo puede adquirir a través de la página de Planeta Libros, sello editorial de la novela. (I)