Su introducción parece sacada de la secuencia de una película de terror, una madre (Irene) entrando al departamento de su hijo muerto (Samuel) y encontrándose con lo sombrío, la soledad, una sensación de asfixia. Es así como arranca Anatomía transparente, la primera novela del quiteño Rommel Manosalvas que llega bajo la edición de Seix Barral, del Grupo Planeta.