“La resiliencia de las personas mayores en un mundo cambiante”. Este es el tema que aborda este 2022 las Naciones Unidas a propósito del Día Internacional de las Personas de Edad, que se celebró el 1 de octubre.
Según las Naciones Unidas, la pandemia “ha exacerbado las desigualdades que existían de base y ha intensificado los impactos socioeconómicos, ambientales, climáticos y de salud en la vida de las personas mayores, especialmente en las mujeres mayores que constituyen la mayoría de las personas de edad avanzada”.
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Señala que pese a que las mujeres mayores han permanecido “contribuyendo significativamente” en diferentes ámbitos, político, civil, económico, social y cultural, los aportes y la experiencia “siguen siendo invisibles y desatendidos, limitados por las desventajas de género acumuladas a lo largo de la vida”.
En ese contexto, el tema de las Naciones Unidas propuesto para este 2022, “La resiliencia de las personas mayores en un mundo cambiante”, sirve como “sello distintivo y recordatorio del importante papel que desempeñan las mujeres mayores para superar los desafíos globales y contribuir con soluciones que aúnan resiliencia y fortaleza”.
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¿De qué manera abordar la resiliencia de las personas mayores en este mundo cambiante?
Gregory Celis, director médico en Laboratorios Bagó del Ecuador, indica que “una persona mayor es aquella que esta cronológicamente en la tercera, que tiene 65 años o más y que debería estar jubilada, pero vemos a muchos de nuestros mayores aún trabajando y ayudando a las generaciones que les preceden; al preguntarnos ¿por qué sucede esto? La respuesta es muy sencilla, “la gran capacidad de resiliencia del ser humano””.
“Pero el mundo es muy cambiante para ellos, la tecnología, las nuevas tendencias, y todo el apabullante mundo que cambia día a día en todo sentido; pero todos debemos darnos cuenta que sin esa gran generación de adultos mayores hoy no seríamos lo que somos”, agrega.
Asimismo, señala que “de ellos y de su generación recibimos todo lo que actualmente tenemos, ello aprendieron a afrontar la adversidad como una oportunidad de aprendizaje, su resiliencia les hizo humanamente más grandes, por ello estamos en la obligación de ayudarles a comprender y utilizar las nuevas herramientas en este mundo cambiante, enseñarles a las actuales generaciones que, sí cuidamos y protegemos a nuestras personas de la tercera edad, ese mismo legado dejaremos a nuestros hijos y como la expectativa de vida ha aumentado, en el futuro seremos más las persona mayores que heredaremos la resiliencia y capacidad de adaptación de nuestros mayores”.
Para Celis “el cuidado, respeto y consideración a las personas de la tercera edad son la clave para abordar la resiliencia que debemos aprender de las personas mayores, en este mundo cambiante”.
Por su parte, Mónica Verduga, gerente de administración SaludSA, indica que “dentro de las tendencias actuales se piensa, erradamente, que una persona que sobrepasa los 45, 50 o 60 años ya no es productiva, que su nivel de adaptación y aprendizaje es bajo y que los mayores logros se los obtiene únicamente en la juventud. Sin embargo, estudios demuestran que las personas, a las cuales llamamos de más edad, pueden lograr grandes hazañas, debido a la habilidades y capacidades que se desarrollan a través de la experiencia y que a su vez refuerzan los pilares que aportar a la resiliencia”.
En ese contexto, da algunas pautas:
- Introspección: Capacidad de generar respuestas honestas, ante cuestionamientos propios.
- Independencia: Capacidad de fijar limites entre los problemas externos y uno mismo
- Iniciativa: Gusto de ponerse a prueba en tareas exigentes
- Capacidad de relacionarse: Habilidad de establecer lazos y vínculos de confianza
- Creatividad: Capacidad de crear orden, belleza y finalidad a partir del caos y el desorden.
- Moralidad: Extender el deseo personal de bienestar a toda la humanidad y capacidad de comprometerse
Verduga también señala que “estas generaciones han sido parte de una adaptación constante frente a crisis políticas, económicas y de mercado, así como también han desarrollado destrezas resilientes ante la evolución de la forma de hacer las cosas debido a la automatización y a los avances tecnológicos, por lo que sus características individuales son un gran aporte para las empresas y para las nuevas generaciones...”.
El organismo internacional en el marco del Día Internacional de las Personas de Edad para este año tiene cinco objetivos:
- “Destacar la resiliencia de las mujeres mayores frente a las desigualdades ambientales, sociales, económicas y de por vida”.
- “Sensibilizar sobre la importancia de mejorar la recopilación de datos a nivel mundial, desglosados por edad y género”.
- “Hacer un llamamiento a los Estados miembros, las entidades de la ONU, ONU Mujeres y la sociedad civil, para que incluyan a las mujeres mayores en el centro de todas las políticas, asegurando la igualdad de género como se describe en el informe del secretario general, Nuestra agenda común”.
- “Estudiar la función de las políticas y los marcos jurídicos para garantizar la privacidad y la seguridad de las personas de edad en el mundo digital”.
- “Poner de relieve la necesidad de un instrumento jurídicamente vinculante sobre los derechos de las personas de edad y de un enfoque intersectorial de derechos humanos centrado en la persona por una sociedad para todas las edades”.
La Asamblea General de las Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1990, mediante la Resolución 45/106, designó al 1 de octubre Día Internacional de las Personas de Edad.
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El organismo internacional indica que “la composición de la población mundial ha cambiado drásticamente en las últimas décadas” y para dar una explicación de las cifras, se remonta a 1950 hasta la actualidad.
Señala que entre 1950 y 2010 “la esperanza de vida en todo el mundo aumentó de 46 a 68 años” y agrega que “a nivel mundial había 703 millones de personas de 65 años o más en 2019″ y que “la región de Asia oriental y suroriental albergaba el mayor número de personas mayores (261 millones), seguida de Europa y América del Norte (más de 200 millones)”.
Asimismo, refiere que durante los próximos 30 años “se estima que el número de mayores aumente a más del doble llegando a más de 1.500 millones de personas en 2050″ y que “todas las regiones verán un aumento en el tamaño de la población mayor entre 2019 y 2050″.
La entidad explica que el “mayor incremento en cifras (312 millones) se producirá en Asia oriental y suroriental, pasando de 261 millones en 2019 a 573 millones en 2050″.
En África septentrional y Asia occidental se espera el “aumento rápido en el número de personas mayores”, es decir, “pasando de 29 millones en 2019 a 96 millones en 2050 (226 % de incremento)”.
En tanto que en África subsahariana se prevé el segundo aumento más rápido, “la población de 65 años o más podría crecer de 32 millones en 2019 a 101 millones en 2050 (218 %)”.
En tanto que “se espera que el incremento sea relativamente pequeño en Australia y Nueva Zelanda (84 %), Europa y América del Norte (48 %)”, puesto que allí “la población ya es significativamente mayor que en otras partes del mundo”.
Mientras que los países en desarrollo acogerán “más de dos tercios de la población de edad avanzada del mundo (1.100 millones) en 2050″, pero está previsto que “el aumento más rápido se produzca en la división de los países clasificados como países menos adelantados, donde el número de personas de 65 años o más podría pasar de 37 millones en 2019 a 120 millones en 2050 (225 %)”.
Cifras en Ecuador
Según las proyecciones poblacionales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), publicado en octubre del 2012, en Ecuador mientras en el 2010 la esperanza de vida fue de 75 años, en el 2050 subirá a 80,5 años en promedio.
A nivel de la región, el país con mayor nivel de envejecimiento es Chile (61 personas adultas mayores por cada 100 niños menores de 15 años), mientras que la nación con menos envejecimiento es Bolivia (72 personas adultas mayores por cada 100 niños), de acuerdo con el Informe mensual de gestión del servicio de atención y cuidado para personas adultas mayores y del estado situacional de su población objetivo del Ministerio del Ministerio de Inclusión Económica y Social, publicado en mayo del 2020.
En ese contexto, indican que en comparación con los siete países de la región, Ecuador está en el cuarto lugar (28 adultos mayores por cada 100 menores a 15 años).
En este informe también mencionan que en las proyecciones poblacionales del INEC mostraron que para el 2019 hubo 1′264.423 adultos mayores (584.543 hombres y 679.880 mujeres), mientras que para el 2020 se estimaba que crezca a 1′310.000 adultos mayores.
A la fecha (mayo 2020) de la publicación del informe indicaron que “actualmente existen 1′264.423 adultos mayores, según proyecciones poblacionales del INEC”.
Las provincias con la mayor concentración de adultos mayores están en Guayas con 302.263, Pichincha con 240.786 y Manabí con 115.955. Mientras que las que tienen menor número son Galápagos con 208, Pastaza con 568 y Napo con 851. (I)