En septiembre de este año cumplirá seis años de vivir en Qatar. La quiteña Fernanda Iglesias, de 36 años, emprendió el viaje con su pequeño hijo de cuatro años; su esposo los esperaba allá. Él se adelantó, luego de celebrar la boda en mayo del 2016. “Encontré el amor de mi vida, me casé con el amor de mi vida. Me dijo: ‘Bueno, nos tenemos que ir a Qatar’. Y fue así, me vine”, cuenta Iglesias, desde Qatar.
A su llegada a Medio Oriente se dedicó a las labores de ama de casa. Pero, conforme fue pasando el tiempo, tuvo la oportunidad de realizar un curso y actualmente se desempeña como guía turística; tiene un certificado otorgado por el Ministerio de Turismo de Qatar.
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Todo esto comenzó en el 2018, luego de que se presentó la oportunidad de hacer un curso. “Nos dicen a las esposas de los pilotos: ‘Oigan, ¿quieren hacer algo, dedicarse a algo?’. En ese momento éramos amas de casa, un grupo más o menos de 25 esposas de pilotos, que dijimos: ‘Vamos’. [Y así] empezamos”, relata Iglesias, quien es periodista.
En mayo del 2018 llegó un crucero a Qatar y tuvieron que recibir a unas mil personas aproximadamente, y cada guía turística se encargó de unas 50. “Dije: ‘Me parece interesante’, y ganabas muy bien”, comenta la compatriota.
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En octubre de ese mismo año decidió realizar el curso. “Aquí en Qatar todo tiene que ser legal. Entonces dije: ‘Preferible nos legalizamos y trabajamos siendo legales’. Dicho y hecho. Fue por el Ministerio de Turismo de Qatar, que nos impartió [el curso] de dos semanas; fue en inglés”, apunta la quiteña, que es madre de dos hijos.
“Yo hago de guía turística en inglés, español y portugués. Entonces, desde octubre del 2018 hasta el día de hoy he sido guía turística. He trabajado con las mejores agencias de turismo de Qatar”, acota.
La quiteña aclara que no es una agencia, y que Fernanda Iglesias Doha Tours by María (@dohatoursbymaria) es una persona que asesora. “Hace una consultoría para decirte qué es lo mejor que puedes encontrar, armarte un tour... Hay cosas que saco de lo mejor posible para que sean tours [memorables]. (...) Hemos cocinado con turistas, hemos ido a unos restaurantes en el Zoco, en el mercado... Esa es la idea de hacer una consultoría conmigo, de hacer una asesoría de lo que tú puedas venir a [hacer a] Qatar, no solo para el Mundial, sino para un pos-Mundial”, señala.
“Qatar se está preparando para ser un país sostenible hasta el 2030 con la visión de las Naciones Unidas. Trabajamos de la mano de la información que nos provee el Ministerio de Turismo”, agrega.
La compatriota indica que desempeñarse como guía turística ya no lo ve solo como un emprendimiento, sino como un negocio en el que se puede asesorar y la gente puede conocer Qatar a precios cómodos.
Líder de la comunicad ecuatoriana
Iglesias también es líder de la comunidad ecuatoriana en ese país para el Mundial Qatar 2022. Desde este ámbito se encargará de revisar los perfiles de artistas ecuatorianos, que busca el comité organizador del Mundial, para que se presenten en eventos previos a la inauguración de la cita futbolística, en los partidos que juegue la Selección de Ecuador y en otras actividades culturales en Qatar.
Además ha participado como invitada representando a Ecuador en AlKass Sports, un canal deportivo.
Su llegada a Qatar
A modo de broma dice que, antes de irse a vivir a Medio Oriente, no había “cruzado ni el charco”, y que desde un inicio supo que sería una experiencia totalmente nueva. “Vengo a un país que sabía que era el más conservador de la región, entre esos, el primero es Arabia Saudita; el segundo, Kuwait; luego viene Qatar. Sabía y tenía entendido que las mujeres usan abayas; algunas se tapan; otras, no. Y fue así como fue la primera impresión que tuve cuando llegué a Qatar”, comenta.
Para evitar una situación incómoda a su llegada, dice que previamente conversó con su hijo y le indicó algunas normas, como no señalar a una persona que esté tapada o evitar hacer algún comentario.
Dice que no hubo un choque cultural extremo; se acostumbró mucho, asegura Iglesias. Cita como ejemplo que, en cuanto a la vestimenta, no tuvo problemas, porque no acostumbraba usar prendas escotadas. “Sabía que, si entraba a lugares como una mezquita, tenía que estar con una abaya; eso es parte del código de vestimenta para entrar a un lugar que para ellos es sagrado, una mezquita. También a los centros comerciales: no puedes entrar con una [blusa] de tiritas, faldas, shorts, vestidos cortos... Eso es lo único que puedo decir que llama la atención, la señalética del código de vestimenta”, sostiene.
“Ha habido casos en que yo he visto a chicas que han entrado así, y ellas, las qatarís conservadoras, ven a ese grupo y saben que son turistas y no las pueden espantar”, agrega.
Como dato curioso menciona que era consciente de que no podía caminar en short a pesar de que la temperatura estuviera por los 50 grados centígrados. Se pone blusa de tiras, pero sobre ellas se coloca pashminas (bufandas); no obstante, en el momento de salir del centro comercial y hasta llegar al carro, se retira la bufanda y se queda libre. “Pero al estar tapada así, con este tipo de blusas frescas, así tienes menos calor o menos sensación de quemarte que al estar solo con las tiritas (...). Esa es la razón por la que ellas utilizan el vestido negro (abaya)”, señala.
Asimismo, explica algo sobre el uso del vestido negro, la abaya o la burka. “Es porque estamos en una zona que es el golfo. Imagina que Qatar es tu dedo pulgar y la parte restante de la mano es todo lleno de arena. Entonces, ellos vivían en el desierto y ahí tenían las tiendas beduinas. La mujer era la que mantenía el orden del hogar y el hombre era el que salía de la tienda hacia el mar para poder traer la pesca y hacer el comercio de las perlas. Entonces, ¿qué es lo que pasa? La mujer no solo tenía que aguantar temperaturas de 50 grados, sino que las temperaturas más bajas en el desierto pueden ser hasta de menos 10 grados, por las tormentas de arena, por lo que el color negro las arropaba. Esa es la realidad del vestido negro”, señala.
Otros datos:
- Prevé venir al país en junio para visitar a su familia.
- La última vez que estuvo en Ecuador fue en agosto del 2021. Permaneció durante dos meses en el país.
- Su esposo, también ecuatoriano, antes trabajaba en Latam y por una oferta laboral se fue a Qatar. En el 2021 tuvo que salir del trabajo, debido a la pandemia.
- Seis meses fue el tiempo que se dedicó a trabajar en seguridad turística antes de irse de Ecuador.
- Quienes deseen asesoría pueden escribir a @dohatoursbymaria o a @fernandaiglesiasc. (I)