Ubiquémonos en el tiempo: el príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono británico (después de su padre, Carlos), conoció a Kate Middleton en 2001, mientras ambos estudiaban en la prestigiosa Universidad de Saint Andrews (Escocia). Ambos tenían 18 años de edad.

A partir de ese momento vivieron una historia de compañerismo estudiantil que se convirtió en una bonita amistad y, finalmente, en amor, lo cual derivó en que se comprometieran en matrimonio el 20 de octubre de 2010, lo cual fue anunciado públicamente el 16 de noviembre de ese año.

El 29 de abril de 2011, pocos minutos después de su boda, el príncipe Guillermo y su esposa, Kate, duquesa de Cambridge, saludan mientras viajan en un carruaje de 1902 hacia el Palacio de Buckingham (Londres).

La boda fue cinco meses después en la abadía de Westminster, precisamente el 29 de abril de 2011 (este jueves se cumplen diez años), durante una ceremonia televisada globalmente que hizo recordar cuando su padre se casaba con Diana de Gales en el mismo lugar, el 9 de julio de 1981.

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Al revisar esa sucesión de eventos, quizás algunos hayan recordado que Guillermo y Kate habían terminado su relación sentimental de ocho años poco antes de haberse comprometido, lo cual sugiere un esfuerzo extra del príncipe para retomar ese enamoramiento que casi se le va de las manos.

Durante una reciente entrevista con CNN, Guillermo reveló que el gran momento de arrodillarse y pedir matrimonio llegó durante unas vacaciones en Kenia en octubre de 2010, lugar escogido porque África tiene un lugar especial en su corazón. “Quería que significara algo importante… África es definitivamente uno de los lugares a los que voy. Me tranquiliza por completo. (Kate) entiende lo que significa para mí estar en África y mi amor por la conservación”, dijo. “Realmente no lo planeé con tanta antelación. Solo sabía que quería que me sintiera cómodo donde lo hice”.

Los duques de Cambridge y sus hijos. Foto: @kensingtonroyal

En ese momento, el príncipe también dijo que estaba decidido a proponerle matrimonio con el anillo de compromiso de la princesa Diana, como una “forma de asegurarse de que su madre “no se perdiera el día de hoy y la emoción”. De hecho, lo había llevado en su mochila durante tres semanas antes de decidirse a lanzar la gran pregunta, ¡y naturalmente estaba aterrorizado de que algo saliera mal! Ser un príncipe no asegura que te acepten como esposo.

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Felizmente ella dijo que sí, lo cual ha permitido que la pareja celebre 10 años de matrimonio este jueves 29 de abril en compañía de sus tres hijos: Jorge, Charlotte y Louis. (I)