Una costumbre que encuentro fantástica en muchas culturas es la del bar del barrio. En el país en que más arraigada está es sin duda España, donde existe la mayor cantidad de bares y cantinas per cápita del mundo: uno por cada 170 habitantes. ¿Se imaginan ustedes un país con casi 300.000 bares? Sorprende además que dos tercios de ellos tengan más de quince años, lo que denota estabilidad y lealtad del consumidor. En ciudades grandes, como Madrid o Barcelona, por lo general existe uno o dos por cuadra, teniendo los vecinos siempre un favorito, que se convierte en una extensión de su casa u oficina, un punto de encuentro fijo de los habitantes de la zona o de aquellos que tienen asuntos cotidianos en dicha área. Es donde se entera uno de los últimos chismes, se hacen planes para el fin de semana o se arregla la política del país. Sin embargo, es una herencia que no necesariamente echó raíces en Guayaquil.