Tuve que escribir esta columna en altas hora de la noche, tan pronto llegué del lugar. Sentí la necesidad, producto de la gratísima experiencia que este causó en mi grupo. En Cuenca, nos recomendaron visitar Madame Lounge Room, en la esquina de las calles Benigno Malo y Bolívar, frente al parque, contiguo a la catedral, de cuyos balcones podían divisarse sus hermosas cúpulas iluminadas.