¿Antes o ahora ha habido más gente millonaria?

El capitalismo y el natural avance de los tiempos, con Wall Street y la gran tecnología, nos hacen pensar que nunca han existido personas más ricas que las que ya conocemos, entre esos los famosos Bill Gates, Mark Zuckerberg, Elon Musk o Warren Buffett. Sin embargo, aunque suene un poco anacrónico, si hubiera una persona en la historia que tuviera que encabezar las listas de los millonarios en Forbes o Money, ese sería Mansa Musa, el rey de Tombuctú.

Publicidad

Sus dominios abarcaban el territorio de lo que ahora so nueve naciones africanas. La región es rica en minerales y particularmente en oro, en un momento en el que la demanda por el precioso metal era especialmente alta.

Mansa Musa, como se le conoce en Occidente, fue el décimo mansa, traducido como “rey de reyes” o “emperador” del imperio de Malí, que reinó entre 1312 y 1337. Si se ajusta su patrimonio por la inflación, sería la persona más rica de todos los tiempos, y se solía decir en su época que su reino “era tan grande que nadie podía ver dónde terminaba”, pues abarcaba lo que hoy es Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea, Burkina Faso, Malí, Níger, Chad y Nigeria.

Publicidad

En todas esas tierras que le pertenecieron construyó muchas mezquitas, que aún hoy en día siguen en pie. Era “un joven moreno, de rostro agradable y figura hermosa”, según los datos de la época.

Es difícil calcular una riqueza antigua con los parámetros actuales, pero se ha intentado: según BBC, la fortuna de Mansa Musa (ajustándose a un tipo de inflación de 1.299.6%) alcanzaría los 400 mil millones de dólares (al cambio en este momento, algo más 350 mil millones de dólares). Con tanto dinero, podía permitirse derrochar un poco: los relatos de la época cuentan que en su caravana iban 60.000 personas (entre las cuales 12.000 eran sirvientes personales) y cabalgaba en un caballo precedido por 500 heraldos con bastones dorados y vestidos con sedas finas, a los que seguían 80 camellos que cargaban 136 kilos de oro.

Su historia más conocida es la de su peregrinaje a La Meca en 1324, con 44 años, en el que recorrió alrededor de 6.500 kilómetros junto con 8.000 cortesanos, 12.000 esclavos y 100 camellos. Aunque devoto musulmán también era, al fin y al cabo, un hombre de negocios, y el peregrinaje le sirvió a su vez para establecer relaciones con socios comerciales. Además, también se decía de él que era muy generoso, tanto que a su paso por El Cairo hizo tantas donaciones a los pobres que causó una inflación masiva.

Su nombre no ha sido olvidado

Si fue realmente el hombre más rico del mundo, ¿por qué su nombre no ha prevalecido en la historia? Kathleen Bickford, del Block Museum of Art, lo explicó en ‘BBC’  “El colonialismo tuvo un papel fundamental en ello y en la manera en que los europeos y americanos perciben África y los africanos. La visión actual del continente y del islam no casa con la magnificencia de Tombuctú, donde se construyeron cientos de universidades y la gente acudía a estudiar”.

Al menos en la nación africana no ha sido borrado de la memoria, porque con motivo de los cincuenta años de independencia de Malí, el 22 de septiembre de 2010, se lanzó la moneda de oro conmemorativa Mansa Moussa. (E)