Xavier Coronel dice abordar su obra de manera desenfadada y caótica, mientras que a su colega Jorge Morocho lo define como alguien vigilante e historiador. Ambos comparten la pasión por el arte y los dos lo hacen con una importante dosis de humor, atropellos y amor, afirma Coronel sobre la muestra denominada Dog Backwards Is God que presentan juntos en el MAAC.

La exhibición reúne 37 pinturas en diferentes dimensiones, formatos y estilos, elaboradas por los dos artistas. “Una muestra que terminó siendo más grande que dos individuales”, comenta Coronel.

Xavier Coronel con una de sus obras.

El nombre de la exposición, que en español significa Perro al revés es dios, se desprende de un juego de palabras, aludiendo a la vez a la acción de jugar con las ideas que en ambos surgieron. “El nombre sale de una conversación entre un perro y un dios en el guion de una película que escribí, Jorge lo simplificó al título...”, refiere Coronel.

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“Me parecía genial trabajar el título a partir de un palíndromo, me parece que la cuestión del reflejo o la imagen reflejada es un interés presente en la muestra tanto en las pinturas como en el texto”, dice por su parte Morocho, quien considera que también se refiere a una lectura de formas no convencionales.

La frase DOG/GOD nos acerca a ciertos tonos que pueden tocar la pintura de Xavier y la mía. Tonos que giran en torno a la banalidad y la profundidad, a lo terrenal y lo divino, a la grandilocuencia y al humor a partir de cierta fijación en el detalle trivial”, agrega.

Jorge Morocho con una de sus obras. Foto: Ronald Cedeño

Coronel cuenta que la actual muestra es continuación de una que hicieron en 2015 en el mismo museo y a la que denominaron PLOT. “Esa fue nuestra primera gran muestra en donde nos lanzamos con mucha ambición e ingenuidad a formatos grandes y a montajes épicos, en donde se hacía un hilo que nos conectaba ideológicamente con el cine”.

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“Hoy DOGOD es la continuación de eso, la continuación del encuentro que pueden tener nuestros procesos con una reflexión sobre la pintura contemporánea en general, es una manera de vernos hoy frente a lo que pensamos que la pintura debe de ser”, sigue el artista.

Foto: Ronald Cedeño

Con respecto a las temáticas que tratan en la exhibición dice: “No hay temas, hay muchos lugares de donde surgen las obras, algunas comparten origen en imágenes mediáticas o inmediatas en relación con cómo se consumen normalmente hoy”.

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Morocho sostiene que una de las motivaciones que los llevó a unirse nuevamente en una exposición fue el deseo de hablar de pintura desde sus términos. “Nos parecía importante no solo la puesta en escena de nuestros procesos, sino también la posibilidad de gesticular alrededor de ellos a través de un texto curatorial que maneje la misma lengua que nuestras pinturas”.

Foto: Ronald Cedeño

Además considera que uno de los potenciales de trabajar juntos es la multitud de caminos que se trazan en la pintura. “Creo que la pintura de los dos es una pintura que se revitaliza con la contaminación, es una pintura que casi siempre se crea por procesos asociativos, por ende, está siempre surcando varios caminos al mismo tiempo. Es siempre vacilante plástica e ideológicamente”, resalta.

Tal como ellos mismos lo mencionan en el texto curatorial. “Es un tanteo sobre prácticas individuales de cada artista”.

La exposición de los guayaquileños se desarrolla en el museo situado en Malecón y Loja, de martes a sábado, en el horario de 10:00 a 14:00. Las visitas se desarrollarán con previa cita, respetando los protocolos de bioseguridad. (I)

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