«Está calavérico» y «está cadavérico» son frases que se emplean de manera indistinta en el lenguaje hablado, para referirse a una persona que está flaca y pálida. Pero hay que puntualizar que esos adjetivos no funcionan como sinónimos en todos los contextos.

«Cadavérico» se relaciona con cadáver, no con calavera. Y aunque los sustantivos «cadáver» y «calavera» aluden a una materia muerta, entre ellos hay algunos matices que los diferencian.

«Cadáver» es un cuerpo muerto que aún tiene volumen y, dependiendo del caso, órganos, miembros, piel, huesos, etcétera. En cambio, «calavera» es el conjunto de huesos (unidos) que componen la cabeza, pero que no tienen carne ni piel.

El adjetivo «calavérico» no está en el Diccionario de la lengua española (DLE), pero a partir de los elementos que lo constituyen (calavera + -ico) puede interpretarse con los significados de ‘perteneciente a la calavera’ y ‘relativo a los huesos de la cabeza (unidos)’.

El DLE en «cadavérico» pone las acepciones de ‘perteneciente o relativo al cadáver’ y ‘de rostro pálido y macilento como el de un cadáver’. De ahí que una persona que tiene el rostro descolorido no está «calavérica» sino «cadavérica». (Actualizado de La esquina del idioma de 22/08/2010). (F)

FUENTE: Diccionario de la lengua española (versión electrónica), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.