«Peaña» o «peana» se refiere a una repisa, tarima, basa o pedestal que sostiene ornamentos de diversa índole, como cuadros, estatuas, bustos, cruces, etc. Este es el sentido que se maneja en el Diccionario de la lengua española.

No obstante, en el Ecuador suele usarse «peaña» para aludir a la ‘esposa del cumpleañero’. Quizás este significado surgió de la raíz de «peana», que es el latín «pes», «pedis» (‘pie’), que a su vez se relaciona con ‘apoyo, soporte, basa o base’, pues la esposa es uno de los pilares de la familia.

La esquina del idioma: «El pez» saltaba feliz en el cristalino lago mientras «la pez» arrancaba notas hermosas del violín…

Córdova (1995) sustenta ese uso e indica que la voz apropiada es «peana»: «Dícese del esposo o de la esposa con respecto a su cónyuge que celebra su día onomástico o cumpleaños» (p. 722).

Adoum (2002) también emplea la expresión en su obra Entre Marx y una mujer desnuda: «… oigo la algazara del rock y me alegra porque sé que eso no se baila apretando a Rosana, oigo voces y chillidos “¡que viva la peaña!”» (p. 301).

La esquina del idioma: No confundamos infundia con injundia o enjundia

Con los fundamentos que anteceden, digamos con alegría «¡que viva la peaña!» o «¡que viva la peana!», ya que estas expresiones de congratulación, además de transmitir cariño, son muy comunes en las fiestas ecuatorianas.

Y no olvidemos algo importante… Si escribimos la felicitación, tengamos cuidado de no tildar el «que» (¡qué viva la peaña!), a no ser que queramos enfatizar que la peaña es viva, perspicaz y puntillosa. ¡Salud! (Actualizado de La esquina del idioma, 3/6/2018). (F)UENTES: El habla del Ecuador (1995), de Carlos Joaquín Córdova; Entre Marx y una mujer desnuda (2002), de Jorge Enrique Adoum; Diccionario de la lengua española (versión electrónica), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.