En una fiesta, lo que comemos dice mucho de su tradición. Más en una fecha tan importante como la navideña, lo que haya en la mesa se convierte en un pedazo de historia comestible, que habla del clima, la fe, las conquistas y la inventiva de un pueblo. ¿Qué come el mundo en la Navidad?
Europa de Este, donde la influencia de la Iglesia Ortodoxa es mayor, como Rusia, Bulgaria o Rumania, la tradición es la abstinencia de carne y lácteos durante una gran parte del adviento, hasta el día 25. Por eso su dieta en diciembre se basa en vegetales, legumbres, pescado y miel. La kutia o el trigo dulce es el plato más antiguo: simboliza la inmortalidad y la prosperidad, el grano que muere para dar nueva vida. Es un legado directo de cultos funerarios precristianos eslavos.
Polonia y República Checa tienen la tradición de los 12 platos, representando a los 12 apóstoles, con sopas, pescado, empanadas de col y setas, sin presencia de carne.
Alemania come ganso asado. Se popularizó en la edad media. No falta el stollen, con su forma que recuerda al niño Jesús envuelto en pañales, tiene un simbolismo religioso claro
Para la Europa Mediterránea es una fiesta de mayor abundancia y sincretismo, con influencias romanas y musulmanas.
En Italia la Nochebuena es de pescados y mariscos, bacalao, anguila y calamares, mientras que el 25 es de carnes, cordero y pastas. El panettone milanés nunca falta. Surgió, según la leyenda, de un error de un cocinero que enriqueció un pan con frutas y mantequilla para impresionar a su amor. Hoy es símbolo de prosperidad.
En España y Portugal, el turrón, mazapán y los polvorones, que tienen origen en los monasterios y conventos medievales, que utilizaban almendras y miel y desarrollaron estas recetas para obtener recursos. El bolo rei portugués, con su fruta escarchada, recuerda a los regalos de los Reyes Magos.
En México prima el sincretismo. La comida navideña es un perfecto ejemplo del mestizaje cultural. El menú es un mapa histórico. El bacalao a la vizcaína es herencia directa de los conquistadores vascos. Los romeritos con mole y tortitas de camarón son un ejemplo brillante que usaba un quelite prehispánico con una salsa indígena que se enriqueció con ingredientes españoles y se le añadieron tortitas de camarón seco.
En Ecuador el pavo no es necesariamente una influencia norteamericana, como se piensa. Es un animal de origen americano, específicamente de México, domesticado por los mayas y aztecas hace más de 1.000 años. Los españoles lo llevaron a Europa en el siglo XVI. Se popularizó en Inglaterra gracias a la primera cena navideña que dio Enrique VIII. Nuestro cerdo horneado tiene raíces en las tradiciones españolas. Tenemos poca influencia gastronómica de nuestras culturas ancestrales en esta celebración.
En la mayoría de los países, lo que se come en Navidad es producto de las influencias religiosas e históricas de sus pueblos. Somos lo que comemos. (O)










