Semana Grande, Semana Mayor o Semana Santa se escriben con mayúscula inicial en sus dos componentes, pues son nombres de festividades o expresiones denominativas. Esta característica las encasilla en el grupo de los sustantivos propios. Este mismo criterio se aplica a las expresiones Cuaresma, Domingo de Ramos y Domingo de Resurrección.
Con el sustento del Diccionario de la lengua española se presentan otros ejemplos en los que la palabra domingo debe escribirse con mayúscula o minúscula, dependiendo de si es sustantivo propio o común:
Domingo de Cuasimodo es una conmemoración católica que se celebra el segundo domingo de Pascua. Domingo de la Santísima Trinidad es una fiesta que celebra la Iglesia el domingo siguiente a la solemnidad de Pentecostés. Domingo de Lázaro o Domingo de Pasión es el quinto domingo de Cuaresma. Domingo de Piñata es el primer domingo de Cuaresma.
A no ser que formen parte de locuciones denominativas, los nombres de los objetos religiosos son sustantivos comunes y deben escribirse en minúscula. Entran en este grupo las expresiones sábana santa (lienzo en el que envolvieron a Cristo para ponerlo en el sepulcro), misal (libro que contiene el orden y modo de celebrar la misa), manutergio o cornijal (lienzo que usa el sacerdote para enjugarse los dedos en el lavatorio de la misa), cáliz (vaso de oro o plata que sirve en la misa para echar el vino que se ha de consagrar), purificador (paño de lino con el que se enjuga y purifica el cáliz), palia (lienzo que se pone sobre el cáliz). (F)
FUENTES:
Ortografía de la lengua española (2010) y Diccionario de la lengua española (versión electrónica), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española; La esquina del idioma II (2018), de Piedad Villavicencio Bellolio.