Debemos estar atentos con el uso de estos verbos, pues por su pronunciación y por la similitud de su escritura suelen causar ambigüedad en los mensajes. Esta dificultad se evita al tener presente que airear se relaciona con ‘aire’ y airar se deriva de ‘ira’. Revisemos sus acepciones:

Airar es ‘mover a ira’. Se usa como intransitivo pronominal (airarse) con el sentido de ‘enfurecerse’. También se emplea con frecuencia en participio: «Siempre anda airado». Entre sus sinónimos están encolerizar, enojar, exasperar.

Airear es ‘ventilar o poner algo al aire’. Su sinónimo es orear. Ejemplos: «Hay que airear los colchones de los niños»; «Abre las ventanas del automóvil para que se airee»; «Su dormitorio siempre está aireado».

Referido a personas equivale a ‘tomar el aire’ (airearse): «Mariana necesitaba salir al jardín para airearse y respirar mejor». También se emplea con el sentido de ‘divulgar o hacer público algo’, como en este ejemplo: «En la previa de las fiestas octubrinas, se airearon algunos romances de los famosos».

Hay que tener presente que este segundo verbo es airear; por lo tanto, no son apropiadas las grafías que empiezan con aer-, ni para el infinitivo ni para sus formas conjugadas: aerear, aereaba, aereó, etc.

En los dos verbos se debe poner atención en la escritura de sus participios (airado, aireado), pues si se produce un error en sus terminaciones, en lugar de ‘enfurecido o enojado’ se podría indicar que alguien o algo está ‘ventilado u oxigenado’, y viceversa. La misma recomendación se hace para todas sus formas conjugadas.

Compendiemos. Usemos airear si el contexto se refiere a que alguien o algo necesita ‘aire o ventilación’; pero optemos por airar cuando se percibe que hay ‘enojo o ira’. (F)

FUENTES:

Diccionario de la lengua española, Diccionario del estudiante, Diccionario panhispánico de dudas, de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.