Desde el 2019, año de su publicación con Severo Editorial, Sanguínea se ha mantenido en la retina literaria. Casi un año después, en junio de 2020, la editorial española Candaya también la incluye invita ser parte de sus publicaciones. Hoy la novela de Gabriela Ponce no solo traspasa fronteras sino formatos, sus páginas han recobrado vida en los escenarios de España, gracias a la adaptación teatral realizada por la propia autora ecuatoriana.

"Llevar la novela al teatro es llevarla a un espacio. Lo que hice fue buscar cómo atraviesa la acción dramática en la novela y cómo puede esa acción dramática sistematizarse en un guion, e intentar a través de la imagen teatral y de su materialidad capturar una cierta poesía que está en el lenguaje", afirma Ponce, quien por años también ha hecho teatro. En el 2020 presentó Solo hay un jardín: en el fondo de todo hay un jardín y en el 2017 publicó Lugar.

Cuenta que la idea de llevarla al teatro surgió luego de su publicación en España. La propuesta provino de Cristina Osorno, productora de Casa América Catalunya. "Esta institución lo que busca es difundir la cultura latinoamericana en España, específicamente en Barcelona. Cristina al leer la novela y al conversarla conmigo se le ocurrió la posibilidad de que exista en su versión teatral", dice.

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Afirma que el proceso de adaptación supuso una selección muy específica. "Ha sido una experiencia muy difícil, dura para mí como escritora de la novela tomar esa distancia, seleccionar los textos, dejar mucho material afuera y ver cómo esos textos pueden sostener la historia que está en la novela, pero también pueden abrir un universo teatral", relata la también dramaturga.

"Mientras la adaptaba y la dirigía iba descubriendo un nuevo material (...), cuando comienzas un proceso teatral, lo que traen las actrices, su bagaje, su experiencia corporal, su experiencia de vida, va moldeando el texto, va transformándolo. Me sentí muy próxima a esas actrices", añade.

Este camino teatral -dice- le hizo caer en cuenta cómo el texto conecta con una experiencia femenina y humana profunda.

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La obra que lleva el mismo nombre de la novela fue personificada por las actrices colombianas Maribell Arango y Carolina Torres. "Ellas le han dado un toque muy especial a la propuesta. También de manera muy generosa han acogido mi visión y perspectiva del montaje", señala.

"Sentí que se abría una posibilidad de ese desdoblamiento", menciona sobre la decisión de que las líneas sean interpretadas por dos personas. "Se abría esa posibilidad de que Sanguínea es una multiplicidad de voces femeninas".

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Dirigir a distancia

Gabriela Ponce vivió el estreno desde videollamada. Foto tomada de Facebook de Casa Amèrica Catalunya

Su estreno fue el pasado 25 de enero en Barcelona. La dirección la llevó adelante desde Ecuador, a distancia y con Zoom como aliado. "El trabajo en la virtualidad me deja siempre sin saborear completamente la experiencia teatral", confiesa Ponce.

Pero al mismo tiempo reflexiona en cómo las herramientas tecnológicas pueden ayudar a conseguir montajes y "reafirmar al teatro como una experiencia vital, fundamental, en la que creemos y a la que amamos".

Sostiene que el trabajo logrado fue debido a una voluntad colectiva muy intensa, pues en la asistencia de dirección presencial tuvo a Eliecer Navarro y Osorno.

Aunque admite que fue una sensación rara vivir el estreno desde una computadora, dice que celebró ver que un telón volvió a abrirse para recibir al espectador presencial. "Fue una experiencia muy bonita, muy emotiva, la recepción fue muy positiva por parte del público español".

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Algo que lo confirma La Vanguardia de España, quienes aseguran que las entradas se agotaron en 48 horas. "Es un bello montaje poético y embriagador", manifiestaron en una crónica publicada el 30 de enero.

Espera presentar una temporada más larga en el país europeo. No descarta un montaje en Ecuador. En tanto, revela que Sarah Brooker traducirá la novela al idioma inglés y será impresa por Restless Books, de Estados Unidos.

Sobre el libro

Portada de libro Sanguínea, editada por Candaya. Gabriela Ponce (i). Foto de Eduardo León.

Ponce indica que Sanguínea surge de una experiencia y crisis personal. "Nace de mis experiencias, de mis vivencias, de mis afectos, de mis preguntas, de las preguntas que me dejan ciertas experiencias traumáticas en la vida o ciertas experiencias amorosas o apasionadas", dice.

Dice que su titular hace referencia a una condición de fluido, presente en el lenguaje de la novela y en el texto, así por el color rojo que aparece permanentemente.

"También hace alusión a la herida física que deja una pérdida y también a la sangre que es parte constitutiva de la experiencia femenina. Hace alusión a la sangre, como una experiencia material que acompaña nuestra vida y a un carácter apasionado, afectivo, emotivo".

Sanguínea se sitúa entre los libros más vendidos en librerías como Rayuela. La Vanguardia lo define como un "libro animal, físico, con dolor, fluidos y sensaciones irracionales".

A Ponce le alegra el hecho de haber conseguido lectores cómplices con su historia.

"Siempre cuando uno escribe desde la intimidad, desde un lenguaje muy propio, muy personal, tiene el temor de que este no logre comunicarse o establecer un vínculo con el lector; pero pasó lo contrario y eso me llena de gratitud", afirma la quiteña. (I)