La I Guerra Mundial (1914-1918) fue peor que cualquier otra guerra que el mundo había conocido hasta ese momento, tanto es así que las guerras napoleónicas se empequeñecieron ante ella. Esta guerra trajo la muerte de formas brutales, soldados segados por las ametralladoras (nueva arma), destrozados por granadas explosivas, asfixiados por los gases venenosos, civiles muertos en barcos torpedeados o ahogados en el fango de las trincheras.