El neerlandés Mathieu van der Poel, ganador este sábado de la undécima prueba de la Copa del Mundo de ciclocrós, disputada en Hulst (Países Bajos), escupió desde la bicicleta y durante la última vuelta a un grupo de espectadores que llegó a lanzarle orina.

Su victoria en Hulst se vio ensombrecida. Durante la prueba le lanzaron cerveza y orina, según informa el diario belga HLN. Van der Poel respondió escupiendo al grupo.

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“Fueron un montón de abucheos. Ha pasado todo un año y estoy un poco harto de eso. No paraban de gritar todo tipo de cosas, incluso ya durante el calentamiento”, explicó.

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“Entonces, es mejor quedarse en casa. ¿Qué gritaban? Es mejor preguntarles a ellos. No voy a repetirlo. Pero no tiene cabida en nuestro deporte. Después de un tiempo, es suficiente, incluso para mí”, dijo el neerlandés al acabar la carrera.

Intratable

Insaciable y todavía invicto esta temporada, el neerlandés ganó la 11.ª prueba de la Copa del Mundo de ciclocrós aprovechando los problemas de sus principales rivales Wout Van Aert y Thomas Pidcock.

Van der Poel, que superó a sus compatriotas Joris Nieuwenhuis (2.º) y Lars van den Haar (3.º), encadena una tercera victoria consecutiva en tres pruebas disputadas en esta competición.

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Contando sus otras cuatro victorias cosechadas en Bélgica y Luxemburgo en el mes de diciembre, en el Exact Cross de Loenhout y de Mol, en el Superprestige de Diegem y en el X20 Trofeo de Herentals, el vigente doble campeón del mundo en ruta y ciclocrós sigue invicto en siete carreras.

En Hulst, el transcurso de la carrera le fue más favorable, tras la caída de su gran rival belga Wout Van Aert en la segunda vuelta, acumulando un retraso demasiado grande para poder recortarlo. Terminó a 5 minutos y 43 segundos.

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El británico Tom Pidcock, vencedor de la octava prueba de la Copa del Mundo en Namur dos semanas antes, se cayó también, en la primera vuelta, obligándole a cambiar de bicicleta. Terminó en una alejada 25.ª posición. (D)