El sorteo de los grupos para la Copa del Mundo 2022 nos deparó sorpresa y alegría: Ecuador debutará en la cita ecuménica del deporte más popular enfrentando a Qatar, el país anfitrión. Miles de millones de espectadores a lo largo y ancho del planeta fijarán su atención en la disputa de esas dos representaciones nacionales el 21 de noviembre próximo. Imposible soslayar el optimismo que ha invadido al país futbolero por la integración del grupo en el que va a jugar nuestra Selección en la primera fase de la Copa. Lo supimos en el momento mismo del sorteo por la información que por redes sociales y YouTube dio EL UNIVERSO Mundial, una gran producción con un estupendo equipo en Guayaquil y Doha; matizada la transmisión con entrevistas a grandes figuras del fútbol mundial y nacional.

Exagerados como solemos ser, nos enteramos por ese medio de que se armaron caravanas, desfiles coloridos y bullangueros, y más fanfarria como si hubiéramos ya ganado la Copa. Nos han inundado de pronósticos que nos ubican de líderes de la llave y vencedores de octavos, y no pocos nos dan de semifinalistas. Pongamos sobriedad en los cálculos superoptimistas y demos paso al análisis moderado de nuestras pretensiones mundialistas. Pensemos en quiénes serán nuestros rivales, cuánto pesan en el fútbol universal y qué expectativas tenemos para superar la fase de grupos. Luego, analicemos cómo llegamos a Qatar, cuál fue el rendimiento de la Tricolor, qué hemos mostrado en las eliminatorias: su estilo de juego, su conducción técnica y la calidad de nuestros futbolistas.

Empecemos por Qatar. Alguien dijo que era solo “el padre de la quinceañera” y que, por tanto, su único mérito es ser dueño de la fiesta. Es un error empezar así. El fútbol en Qatar es un deporte nuevo: recién empezó a practicarse desde la década de los años 40. Su federación nacional se constituyó en 1970 y ese mismo año su selección jugó el primer partido. Cabe recordar que nuestro fútbol empezó en 1899 y que estuvo bajo la organización de la Federación Deportiva Nacional del Ecuador desde 1925. Si bien no tiene jugadores que militen en equipos europeos, al contar con grandes recursos financieros, Qatar ha logrado un enorme progreso en poco tiempo. Ha sido diez veces finalista de la Copa Asiática y la ganó en 2019. Estuvo a punto de clasificar a Francia 1998. Desde 2017 cuenta con la dirección técnica del español Félix Sánchez Bas y bajo su conducción ganó a Ecuador por 4-3 el 12 de octubre de 2018, en Doha. Los qataríes compitieron como invitados en la Copa América 2019 y, aunque cayeron ante Argentina (2-0), Colombia (1-0) y empataron con Paraguay (3-3), dejaron una buena impresión.

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Senegal es hoy el campeón de África. Al nombrarlo, no puedo dejar de recordar su debut en los Mundiales, en Corea-Japón 2002. Le tocó el partido inicial ante Francia, campeón reinante. Ya eran conocidos como Los Leones de Teranga y eran dirigidos por el francés Bruno Metsu. En una rueda de prensa en 1998, el técnico de Francia, Roger Lemerre, señaló: “El partido contra Senegal no será fácil. Senegal es un país de habla francesa, entrenado por un francés, cuyos jugadores, en su mayoría, juegan en Francia. Se podría decir que es un partido entre franceses que juegan en el extranjero y africanos que juegan en Francia”. El mundo no cabía de asombro cuando Senegal venció a Francia, que, finalmente, se fue en la primera fase. Avanzaron hasta los cuartos de final y fueron eliminados por Turquía por 1-0. Podríamos afirmar que hoy el campeón africano es más poderoso que hace 20 años. Sus jugadores ocupan puestos en los mejores equipos de Francia, Italia e Inglaterra. La selección se ubica en el puesto 20 en el ranking de la FIFA. Su entrenador es una de sus exestrellas, Liou Cisé, desde 2015.

Finalmente, deberemos enfrentar a Holanda, llamado ahora Países Bajos. Está en el puesto 10 del ranking mundial. Por si esto fuera poco, acudamos a la historia. Los holandeses, al mando de Rinus Michel, revolucionaron al planeta con el llamado Fútbol Total en Alemania 1974, conducidos en la cancha por uno de los más grandes jugadores de la historia: Johan Cruyff. Fueron finalistas y cayeron ante Alemania; repitieron en 1978, pero no pudieron superar a la Argentina de César Luis Menotti, que los superó en tiempo extra. Siguieron produciendo grandes estrellas que sería largo nombrar: Robin van Persie, Marco van Basten, Wesley Sneider, Frank de Boer, Clarence Seedorf, Ruud van Nilsteroy y Fenkie de Jong, quien, seguro, estará frente a Ecuador. En Sudáfrica 2010 llegó a otra final, pero la perdió ante una gran selección de España.

Ecuador llegó al sorteo en el puesto 46; perdió dos lugares por su derrota ante Paraguay y el empate ante Argentina. No es verdad que hizo una gran eliminatoria, como dijo en su demagógico discurso el técnico Gustavo Alfaro. Es la primera vez en el mundo que un entrenador improvisa un mitin en plena cancha para celebrar una clasificación. Esta eliminatoria fue la tercera por puntos logrados. La mejor fue la de Japón-Corea 2002, en que fuimos segundos en la tabla, con 31 puntos, superados solo por Argentina, y dejando atrás a Paraguay y Brasil, que luego fue campeón del mundo. Para la Copa 2006 fuimos terceros, con 28 puntos, tras Brasil y Argentina.

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Una opinión racional dirá que fue una eliminatoria tortuosa. Empezamos bien, decaímos sensiblemente y luego anduvimos a las carreras para clasificar gracias a los puntos adquiridos inicialmente. Solo supimos aplicar una táctica: la de abroquelarnos atrás, agrupar gente en el medio e intentar ganar con contragolpes, casi siempre ineficaces por carecer de un lanzador inteligente y un centrodelantero. Imposible olvidar la caída ante Perú de local, el 8 de junio, y ese atroz partido contra Venezuela, en Caracas, el 10 de octubre anterior, que hizo dudar de la capacidad conductiva de Alfaro. Un error del meta Ramírez nos condenó a la derrota. Lo de Paraguay, en el penúltimo partido, fue afrentoso; y del encuentro con Argentina solo pueden rescatarse los primeros 20 minutos.

Ante esa realidad, ¿qué nos espera en Qatar? A ocho meses de la cita, debemos esperar una actuación digna. Se trata de un plantel joven, con alguna mezcla de experiencia, que puede adquirir poderío en los torneos siguientes si es conducido por un DT con más audacia que Alfaro. Nos alegra estar en el Mundial, y esperamos que Ecuador enfrente esta oportunidad con valor y atrevimiento. (O)