Nació un 13 de agosto de 1976 en Guayaquil. Creció bajo la influencia deportiva de su padre, Nicolás Lapentti Carrión, importante basquetero de nuestra selección por los años 60 y 70. Nico creció bajo el amparo y protección de una familia ejemplar; su madre, María Cecilia Gómez, quien fue Miss Ecuador en 1971, le entregó ese temperamento sereno y cauto, con que Nico Jr. sorprendió sobre todo a sus rivales.

Desde que inició su periplo por el tenis, sus primeros pasos fueron cuando apenas tenía 7 años de edad. Sus golpes iniciales a la bola fueron prediseñados por Luis Ferreti, un gran arquitecto de tenistas de nuestro país. Nicolás llamó la atención por su tranquilidad, sus participaciones iniciales en torneos dentro de la provincia del Guayas fueron el primer mensaje de que existían argumentos para convertirlo en un deportista de alta competencia.

A los 12 años participó en el ‘Pedro Pablo Gómez’, torneo instaurado por Andrés Gómez para jugadores de hasta 13 años, con la finalidad de estimular al ganador con un premio importante que consistía en becarlo con un mes de entrenamiento en la academia Hopman en Florida; Nico ganó dos veces el certamen.

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En 1989, cuando Nico tenía apenas 13 años realizó su primer circuito sudamericano denominado Cosat. En 1990, en Argentina, ganó en singles, además del campeonato sudamericano de 14 años jugado en Brasil. Eso le representó una gran experiencia, porque haber obtenido esos torneos le permitió conseguir el puntaje adecuado para ser el número uno del ranking juvenil sudamericano.

La prensa comenzó a reconocer en Nico como el jugador indicado para iniciar el proceso de cambio generacional que estaba viviendo por esos días el tenis ecuatoriano.

En 1992, cuando ejercí la presidencia de la Federación Ecuatoriana de Tenis lo hice convocar a Nico, con apenas 16 años, para que integre el equipo de Copa Davis que se enfrentó a Perú en Guayaquil. Desde ese año (1992), Nico se convirtió en factor fundamental en la conformación del equipo Copa Davis de nuestro país.

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Nico ganó en fortaleza física y creó una diferencia notable con otros jugadores en Sudamérica. Fue factor importante para que nuestro equipo participe en el Mundial de la categoría 16 años en España, donde lamentablemente se lesionó, perdiendo una gran oportunidad de sobresalir. 1994 fue también un año de grandes triunfos a nivel juvenil, los que lo colocaron como número dos del mundo de singles y primero en dobles.

Toda esta lista de éxitos lo confirmaron como la más seria esperanza de ser algún día el sucesor de las glorias que dejaron sembradas los grandes del tenis ecuatoriano, como Pancho Segura, Gómez, Olvera, Guzmán, Zuleta, Ycaza, Viver, Campana, Morejón, aquellos que se encargaron de hacer conocer a nuestro país como privilegiado en mostrar grandes tenistas a nivel mundial.

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Todos esos triunfos en el ámbito juvenil le exigieron que incursione apresuradamente en el siempre difícil campo del profesionalismo y 1995 fue su reto y lo aceptó. Dejó la historia de júnior para convertirse en profesional. En ese mismo 1995, Nico ganó su primer título ATP Tour en Bogotá, sorprendiendo en ese septiembre a todo el mundo tenístico. Nicolás derrotando en la final al favorito, el colombiano Miguel Tobón.

En 1996 repite la final del ATP Tour de Bogotá, cayendo ante Thomas Muster, en un partido muy disputado.

En febrero de 1997 ganó el Masters Sudamericano en Viña del Mar, en septiembre fue finalista del Challenger de Szczecin (Polonia); y en noviembre finalista del ATP de Bogotá.

Nicolás Lapentti el lunes 3 de noviembre de 1997 apareció en el puesto 61 del ranking ATP en singles; para 1998, luego de un año sin mayores resultados, la prensa especializada en tenis se hizo la pregunta clave: ¿qué le pasa a Nicolás? Y casi todos coincidimos que a Nico le faltaba hacer un cambio radical en su forma de jugar al tenis en el circuito profesional. De cómo enfrentar los grandes retos que exige el cambio, de dejar de ser un buen jugador y convertirse en referente, de élite. De aquellos que en cada torneo ganan más puntos y más dólares, que son los que predominan en los certámenes y en el ranking.

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Además, si quería competir entre los grandes debía ser más agresivo y bajo la influencia de su coach Patricio Rodríguez dejó de ser un tenista pasivo de línea de fondo y modificó su servicio. Eso le permitió ingresar a la net y trabajó en que su golpe de derecha tuviera más profundidad. Es así que inició el año tenístico de 1999 como número 92 de la ATP en singles. Luego de hacer público su programa de trabajo hizo la pretemporada en Chile para de inmediato jugar el Grand Slam de Melbourne (Australia), torneo donde llegó a las semifinales.

Eliminó a los suecos Johnson, Magnus Norman y M. Tillstrom; a Karol Kucera, de Eslovaquia; para caer en semifinales con el sueco Enqvist, con una participación brillante

Luego gana el RCA Championships Crown, que se jugó en Indianápolis, EE.UU., entre el 16 y 22 de agosto de 1999. Venció en la final al local Vince Spadea 4-6, 6-4, 6-4. Y para la última semana de octubre de 1999, Lapentti levanta la Copa de Lyon (Francia), superando en la final al australiano Lleyton Hewitt 6-3, 6-2. Con ese triunfo acumuló 2.113 puntos y se ubicó en el puesto 11º del ranking ATP.

La impresionante trayectoria de Lapentti hizo que la prensa especializada internacional se detenga a analizarla; causó que lo elogiaban en los siguientes términos: “Su victoria es un hecho clave en su carrera, marca un antes y un después. Ganar sobre una superficie sintética lo ha convertido en jugador que es capaz de adaptarse a cualquier superficie y eso es bueno para el tenis sudamericano (revista Tenis Show, 25/10/1998).

Al final del torneo Bud Collins, afamado periodista norteamericano, al preguntarle a Lapentti qué podía decir sobre su triunfo, este contestó: “Es increíble, he estado esperando este momento por muchos años”. Diario EL UNIVERSO, en su edición del 4 de noviembre de 1999, publicó el siguiente titular ‘Nico va a romper las estadísticas’. Y así sucedió cuando el también famoso torneo de París Barcy (súper 9), Lapentti pierde en semifinales con el número uno del mundo y del año, André Agassi. El 22 de noviembre de 1999, Nicolás se ubicaba nada menos como sexto tenista del mundo.

En su carrera como profesional tiene algunos triunfos sobre jugadores de la talla de Marcelo Ríos, Alberto Berasategui, Tarango, Harbatuy, Carlos Moyá, Filippini, Hernan Gumy, Javier Sánchez. A los suecos Thomas Johansson, Magnus Norman, Mikael Tillstrom. A Andrew Illies, a Karol Kucera, Mark Rosset, Greg Rusedski, Thomas Muster, Alberto Portes, etc. En 1993 fue ‘Mejor tenista del Año’ en Ecuador.

En Copa Davis su carrera fue también impresionante. Debutó muy joven, con apenas 16 años. Su más lucida presentación fue cuando en compañía de su hermano Giovanni, en una misión casi imposible, derrotaron en el mítico pasto de Wimbledon a la Inglaterra de Tin Henman y Gred Rusedski. Con ese éxito Ecuador regresó a los 16 mejores del mundo. Nico además posee en esta competencia el récord de haber ganado en cinco sets en trece ocasiones.

Lapentti es el último de los grandes. En él bajó ese telón de los tenistas que dieron brillo a nuestro tenis. Mientras tanto, los ecuatorianos seguimos preguntándonos: ¿por qué se cerró esa fábrica que nos dio tan brillantes tenistas? Debo contestar que por el momento no sé, pero vivo esperanzado que pronto alguien la volverá a abrir. (O)

 El 22 de noviembre de 1999, el guayaquileño Nicolás Lapentti se ubicaba nada menos como sexto  tenista del mundo. En ese año llegó hasta las semifinales del Abierto de Australia.