Frente a estos cambios, algunos del OD dicen que no pasa nada, otros están con temor...
Ojalá institucionalicen el cambio y las aportaciones se calculen ahora por contribuyente real.
Fueron por 20 siglos errantes y ahora descansan en el inestable equilibrio de la guerra por una patria física.
Al final de cada concesión hay una ocasión de oro para ir a otro nivel: hacer un relanzamiento creativo y productivo...
El país debe urgentemente redefinir los términos de las concesiones y el primer paso es publicar todos los contratos de concesión y ampliación.
Para tener éxito, tendrá que luchar contra el actual desbalance de poderes entre lo local y lo central.
En Finanzas, algunos actúan como dueños de dinero propio, retienen dinero.
Quienes dudan del federalismo lo hacen desde la irracionalidad; puede que sea el temor a lo nuevo, pero lo más probable es que sean voces financiadas.
Si el MTOP no hizo la obra, que al menos Lasso la deje hacer, facilitando esa nueva delegación y financiando su gobierno obras complementarias.
Destaco los logros de estos guayaquileños de corazón porque la ciudad y el país necesitan organizar una nueva agenda.
Ha llegado la hora de que las tomas de posiciones por razones psicológicas sean reemplazadas por un análisis racional.
Ojalá, llegado ese momento, puedan colaborar personas de éxito y con experiencia, como Jaime Nebot o Henry Kronfle.
... se hace plausible pensar que, para conseguir tal financiamiento, un interlocutor muy adecuado podría ser Cueva.
... Y lo que se mira es un país demencial cuya lógica social es controlada por gente que perdió el rumbo.
Nuestra sociedad todavía no llega a la edad de la responsabilidad, donde el bienestar es el resultado del esfuerzo.
Algunos debaten la pertinencia técnica y el desenlace de la acción jurídica, yo me enfoco en que hay uso de dinero ajeno y se viola la autonomía local.
¿Qué es ser sensato en estos momentos?
Sin ese derroche público central no habría sido necesario el Decreto 883 y por ende no hubiera existido el paro destructivo de octubre. Resolvamos, pues, el origen del problema y no la gota que derrama el vaso.
Después del éxito, ¿qué?
Los empresarios guayaquileños harían bien en reflexionar cómo ese dinero transformaría totalmente la seguridad de la ciudad, mejorando la calidad de vida de sus familias y la estabilidad de sus negocios.
El gran pacto territorial
El alcalde de Quito, Jorge Yunda, en carta pública contestó mi artículo ‘Quito: un mundo sin límites’, donde cuestioné su pretensión de que los ecuatorianos debamos pagar una nueva extensión del Metro.
La esencia extractora de la capital no cambiará. No es posible el progreso equitativo de la nación, mientras perdure la estructura actual de gobierno. Si creen que exagero, analicen las palabras del alcalde de Quito.
Así se jodió Quito
Zar es un vocablo ruso que proviene del latín César. Las carreteras concesionadas de Guayas han estado en manos de una sola compañía, desde el siglo pasado. Pagamos peaje para que la empresa dé mantenimiento e invierta lo necesario para encarar el crecimiento del parque automotor, del cual son beneficiarios directos...
La multiplicación de los hijos genera diversidad y posibilidad de unión, aunque también, como en la aritmética: su otra cara es la división.
Hago público un secreto
El sector público ha tomado control de nuestras actividades, el SRI, cual Gran Hermano, vigila nuestras finanzas personales, el Gobierno Central se engulle el dinero de nuestros impuestos, del petróleo y, por si fuera poco, miles de millones más, que no tiene y “toma prestado”.
Con este son diez ejemplos (hay muchos más) de lo que sucede en la capital de todos los ecuatorianos con el capital de todos los ecuatorianos. El Estado actual nos divide entre los dependientes públicos de Quito y los independientes privados de todo el país. Privados, es verdad, de recibir la justa retribución a nuestra contribución.
El Municipio de Quito y el de Guayaquil