Narrar la historia de un anciano cuyo último deseo es sexual se les ocurrió a dos escritores que viven en México: Gabriel García Márquez y Homero Aridjis, a quien le halaga esta coincidencia y espera no ser confundido con un plagiario.

“El viejo Wilhelmus solo tenía un deseo: antes de morirse contratar en la calle de las vidrieras por quince minutos a una mujer que satisficiera sus fantasías eróticas”, cuenta Aridjis en su relato La calle de las vidrieras, incluido en el libro La santa muerte, publicado en enero pasado.

Para Aridjis, poeta y novelista mexicano de 64 años y autor de una treintena de libros, “las coincidencias son que es un hombre viejo que vive en un asilo y como último acto de su vida quiere hacer el amor”.

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Se enteró del argumento de la próxima novela de García Márquez por la prensa.