Cientos de personas acudieron ayer al encendido de la Llama de la Paz con el que se inauguró el Parlamento de las Religiones del Mundo, que se celebra en el marco del Fórum Universal de las Culturas de la ciudad española de Barcelona y al que se esperan unos 7.000 asistentes de 75 países.

Católicos, judíos, musulmanes, miembros de otras confesiones y pacifistas estuvieron presentes en el acto de apertura del IV Parlamento de las Religiones, que durante una semana convertirá el recinto del Fórum en lugar de encuentro de distintas creencias.

El encargado de portar la Llama, creada en 1999 al unir las encendidas por pacifistas de los cinco continentes, fue el filósofo y escritor Mansukh Patel, quien leyó una declaración secundada en La Haya por más de 170 países, regiones y territorios que defiende la paz como la “necesidad más importante que hay” en el mundo. Junto a la Llama, presidió la inauguración un Mástil de la Paz.

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Tras el primer acto, los participantes en el Parlamento de las Religiones se trasladaron en procesión, encabezados por la Llama, hasta una zona ajardinada del recinto, donde el jefe de los indios Mohawk, Jake Swamp, plantó el Árbol de la Paz.

Según Swamp, el pequeño ejemplar de acacia roja es el “símbolo de la paz de las generaciones futuras” y simboliza que “todas las naciones querrían vivir en paz y armonía”.