El actual historiógrafo de la iglesia San Francisco de nuestra urbe huancavilca, R.P. Juan Imaicela Sarango, comenta que los sacerdotes franciscanos llegaron a Guayaquil en 1603. Luego de ocupar dos sitios anteriores, se establecieron en 1683 donde hoy su templo se levanta de cemento. Al iniciar este nuevo año 2003, es justo recordar este hecho, pues la historia nos da a conocer los cimientos de nuestra vida presente.

He aquí el Acta de 1683 de nuestro M.I. Cabildo: “En la ciudad de Santiago de Guayaquil, en catorce de septiembre del año de mil y seiscientos y ochenta y tres, por una petición presentada ante el señor Corregidor en que pidió el Procurador General Cabildo Abierto para conferir lo que convenía para fabricar el Convento de Nuestro Padre San Francisco que se quemó y eligir sitio, y su merced lo admitió y lo mandó publicar y que la petición se ponga en este Cabildo. Y en ejecución de lo mandado se juntaron en las casas de Cabildo y Ayuntamiento los Reverendos Padres Prelados de los Conventos de Santo Domingo y de San Agustín y el señor Cura Vicario de esta ciudad y el señor Comisario del Santo Oficio y los señores Corregidor y Capitulares y Contador de la Real Hacienda y mucho concurso de vecinos; y así juntos y congregados trataron del punto para que se han juntado de elejir sitio para la fábrica de dicho Convento, y habiéndolo conferido dieron sus votos en la manera siguiente:
“El señor licenciado don Antonio Míguez, Cura y Vicario de esta ciudad y los Reverendos Padres Prelados de los dichos Conventos fray Antonio de Castañeda y fray Rodrigo de Guzmán y el doctor Pedro Álvarez de Avilés, Comisario del Santo Oficio, y el doctor don Bartolomé de Cáceres, Comisario de la Santa Cruzada, y los Capitulares de este Cabildo es a saber: el capitán don Lorenzo de Sotomayor, Alcalde Ordinario; don Juan Pérez de Villamar, Fiel Executor; y el dicho Procurador General; y el capitán Antonio Romero, Contador Juez Oficial Real; y los demás vecinos principales que asimesmo se hallaron en este Cabildo con el dicho señor Corregidor, todos juntos, unánimes y conformes y juntos en un voto lo dieron todos conformándose con lo que el señor general don Domingo de Iture Gastelú dijere y determinare, como quien tiene presentes y vistas las cosas tocantes al servicio de Su Majestad y de esta república, reprobando como desde luego reprueban el sitio del Fuerte-Viejo por su indecencia y otras causas públicas, y eligen el sitio de la casa y plazuela de Francisco de Solís, o el de doña Agustina de Trejo, el que pareciere más conveniente; y así lo determinaron y firmaron. Y de lo terminado en este Cabildo Abierto mandaron que se les haga saber lo determinado en este Cabildo al Reverendo Padre Guardián y Síndico y se ponga por fé. Y asimismo mandaron se les requiera no prosigan con la cabria y obra que tienen principiada; y lo firmaron”. (Siguen las firmas).

Sincera gratitud al señor alcalde Jaime Nebot Saadi, pues, sin saber o conociendo este hecho, ha hermoseado la plaza Rocafuerte, al frente de la cual se yergue bella la iglesia San Francisco, cuyo Guardián es el P. Medardo Arcos Escobar, con los sacerdotes: Alberto Cruz, mexicano; Tito Tadeo, director de radio San Francisco; y Patricio Guerra, y los hermanos: Salvador Alejandro, Hilario Narváez y Antonio Flores. ¡Gracias, padres franciscanos, por evangelizar 400 años con la protección de Ntra. Sra. de los Ángeles!