Focos ahorradores ofluorescentes, lacas, pilas, pinturas, medicinas caducadas, aparatos electrónicos y electrodomésticos que ya no se usan en los hogares tuvieron un tratamiento especial en el Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) durante el último año.

Como parte del proyecto municipal Quito a reciclar se colocaron desde marzo de 2017 veinte contenedores para que los ciudadanos depositen este tipo de desechos considerados especiales y peligrosos por los efectos que causa su descomposición al medio ambiente.

A un año del plan se han recolectado 12,6 toneladas de este tipo de desechos domésticos especiales y peligrosos, según Verónica Arias, secretaria de Ambiente del DMQ. La funcionaria explica que en los primeros seis meses del proyecto se recolectó un promedio de 600 kg al mes. Y que en los últimos seis meses se depositó un promedio de 1.400 kg al mes.

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Arias asegura que al inicio el plan piloto consistía en cambiar de sitio estos contenedores, pero se han dado cambios. “Vimos que es más accesible (para la ciudadanía) colocarlos de forma permanente, por lo que hemos dejado veinte dispuestos en distintos sitios y la gente está respondiendo”.

Estos desechos, dice Arias, se compilan temporalmente en celdas específicas que están a un lado del relleno sanitario de la capital. “Digo temporalmente porque estas tienen que estar o bien encementadas o finalmente (los desechos) dispuestos o ser exportados..., eso hay que coordinarlo con el Ministerio del Ambiente que tiene la competencia de la disposición final, mientras tenemos la recolección temporal”, añade.

La idea es generar procesos de reciclaje, especialmente con este tipo de “residuos que tienen un buen porcentaje de contenido de mercurio que mezclados con la basura que va a un sistema sanitario son altamente contaminantes para el suelo o para los cuerpos de agua”, indica Arias. De ahí que requieran un tratamiento especial.

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Además, se recolectan los aceites usados para la cocción. “Hemos hecho convenios con algunas empresas para que nos ayuden a receptar directamente de sitios como los mercados, el Patronato San José, dice Arias. Según estimaciones, en Quito se desecha al año alrededor de 9194.552 litros de aceite de cocina usado. (I)