En septiembre del 2023 se presentaron los resultados de la Encuesta Nacional de Desnutrición Infantil: la problemática en Ecuador se redujo un 3,5 %.
La tasa de niños con desnutrición se ubicó en un 20,1 % frente al 23,6 % de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2018. Datos del gobierno de Guillermo Lasso indicaron que 20.000 niños menores de 2 años y 60.000 menores de 5 años estaban libres de desnutrición, pero no es un asunto superado. Actualmente uno de cada cinco menores de edad sufren de desnutrición, afirma el presidente Daniel Noboa.
El mandatario actual acaba de anunciar entre otras medidas un incentivo tributario del 150 % a las empresas que aporten a programas de prevención y tratamiento de esta problemática.
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La atención a la salud de los ecuatorianos debe tener todo el respaldo de la sociedad. En materia de desnutrición será un mérito que se reconozca a cualquier Gobierno seguirla reduciendo, no solo como un compromiso con los niños sino incluso con la economía.
En 2021 la Unicef asoció a la malnutrición con gastos en salud, educación y pérdida de productividad. A la problemática están vinculadas las dificultades de aprendizaje, sobrepeso, obesidad y enfermedades como hipertensión o diabetes en la vida adulta, así como complicaciones para insertarse en el mercado laboral.
El 21 de mayo se anunció que la Unión Europea (UE) destinará 4 millones de euros a un proyecto de la organización española Ayuda en Acción que busca dotar de acceso a agua potable a más de 52.000 personas en Ecuador y erradicar la desnutrición crónica infantil.
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El programa se desarrollará en 37 comunidades. Su presupuesto total es de 5,38 millones de euros con aportes de Ayuda en Acción, Sumar Juntos del Banco Pichincha y municipios locales.
Anima que entidades públicas y privadas se unan en estas causas. Se espera que los recursos invertidos tengan como efecto futuro un país libre de desnutrición infantil. (O)
