Nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía. Esta frase que se atribuye al filósofo, político y dramaturgo romano Séneca, quien vivió entre el 4 a. C. y el 65 d. C., sigue vigente.
Hasta noviembre en el país se contaron más de 8.000 muertes violentas. No se conoce cuántas han sido resueltas con una sentencia en el último año, pero investigaciones anteriores evidencian una brecha abrumadora: un reportaje de Connectas señala que en 2018, el 42 % de los casos llegaban a juicio. En 2019, 26,92 %, y en 2020, el 12,84 %.
Son muchas las familias que esperan por justicia. El próximo 21 de diciembre se cumplirán cuatro meses del asesinato del periodista Xavier Ramos Pereira. La noche del jueves pasado la Cámara de Comercio de Guayaquil, durante la entrega de sus premios Voces por la Libertad, rindió un homenaje póstumo al comunicador.
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En el emotivo momento la presentadora María del Carmen Bunea destacó: “Queremos ahora rendirle homenaje a quien ya no está con nosotros, con más de veinte años de experiencia periodística, este sencillo, noble, educado, de voz ligera y agradable, periodista siempre atento a cumplir a cabalidad su trabajo. El gremio periodístico se enlutó este año con su partida...”.
Para Xavier Ramos han pasado casi cuatro meses sin que se capture a quien o quienes le quitaron la vida. No se trata de él como periodista, se trata de la impunidad que afecta a todo el país, se trata de miles de familias con las que la Función Judicial está en deuda, a las que la violencia en todos sus géneros ha enlutado.
El homenaje póstumo es bien recibido, se agradece, pero es la justicia el mayor bien que se puede hacer al Ecuador porque la impunidad mata dos veces.
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Xavier Ramos destacó en su profesión escribiendo historias humanas, haciendo investigaciones y analizando la política y la economía. Otros ciudadanos y hasta niños víctimas lo han hecho en sus actividades.
Xavier, los secuestrados asesinados, los niños de Las Malvinas, todos merecen una justicia ágil y verdadera. (O)
