Dominique Serrano es el asambleísta más joven del Legislativo, tiene 19 años. Obtuvo la curul por el Distrito Centro Sur de Pichincha. En la campaña en redes sociales aparecía como un líder juvenil, representante de este segmento de la población. Hoy el partido que lo postuló tramita una queja en su contra.
El Consejo de Administración Legislativa (CAL) admitió a trámite –el viernes pasado– la querella planteada por Valentina Centeno, de Acción Democrática Nacional (ADN), contra de su compañero. El motivo es que él se dedicó a dibujar en la Comisión de Transparencia mientras se fiscalizaban los contratos suscritos con Progen en los proyectos termoeléctricos Quevedo III y Salitral. La acción se viralizó en las mismas redes sociales donde el joven hizo su campaña y el 14 de mayo de 2025 mostraba su ingreso al Parlamento.
Ahora Dominique Serrano, el legislador más joven, el que se propuso un plan por la educación y las oportunidades de empleo para el grupo etario que representa, enfrenta la posibilidad de una sanción. El CAL tiene 15 días para pronunciarse.
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Preguntarse quién no ha garabateado, incluso con más edad, es parte de las discusiones de mesa en estos días. El problema es que Dominique lo hacía durante una sesión en la que se discutía un tema que tiene un efecto económico para el Ecuador, el asunto es que Dominique fue elegido –en plancha– para legislar y fiscalizar.
La votación en plancha representa más responsabilidad para el movimiento o partido político que arma las listas y no se trata de que no haya jóvenes o no tan jóvenes en su conformación. La ley promulga el derecho de elegir y ser elegidos, pero al integrar esas nóminas e incluir nuevos rostros como reclama la sociedad, el grupo político asume la obligación de prepararlos para que ‘la inexperiencia o juventud’ no pasen factura viral como a Dominique. No es solo indisciplina, es cumplir el deber de asambleísta. De otras acusaciones como contratación de familiares también tendrá que investigar y dar explicaciones el Legislativo. (O)
