Renuncie presidente. A la reelección, no a la presidencia. Los ecuatorianos debemos aprender a respetar las normas, todas, incluidas las democráticas. Gritar que el juicio que busca la destitución de Guillermo Lasso es político, es reconocer que tienen los votos y “se va porque se va”, no hace falta más según los obedientes e irresponsables legisladores.