Con el fin del proceso electoral, se estima que el Gobierno enfocará sus esfuerzos en sectores como el de hidrocarburos que está atravesando una fuerte crisis de producción, reservas, infraestructura y ahora agravada con el desplome del precio del petróleo.

La salvación del sector dependerá del éxito que tenga el país en atraer las gigantescas inversiones de riesgo que el país necesita para revertir su actual tendencia negativa, pero el gran problema del Ecuador es que es considerado de muy alto riesgo y no competitivo por las empresas líderes, las que tienen el capital y la experticia para ayudar al país en la recuperación del sector.

A base de mi experiencia como exejecutivo de inversiones de una transnacional petrolera y haciendo un benchmarking o análisis comparativo conceptual del país versus sus competidores, paso a compartir algunas ideas que pueden ser de ayuda para cerrar las brechas con los mejores de la clase como Guyana, Argentina y Brasil, que están atrayendo enormes inversiones.

Hay dos categorías en mi opinión en las cuales se deben hacer cambios y reformas, primero en la parte administrativa y segundo en el área legal. En lo administrativo noto una falta de un plan estratégico integral de crecimiento de producción y reservas y solo esbozo de proyectos en llamados portafolio de inversiones billonarias que no están claramente diseñados ni justificados.

Los estimados que se hacen sobre las inversiones requeridas y el aumento de producción esperado los encuentro demasiado altos y causan temor a los inversores, por otro lado, el tiempo que se da para la preparación de propuestas para proyectos que requieren billonarias inversiones de riesgo es demasiado corto.

Vale mencionar que las continuas afirmaciones de que se prefiere negociar con compañías estatales porque es más fácil y rápido hacerlo con ellas deja afuera a las empresas privadas más importantes que tienen el músculo técnico y financiero para ayudar al país, y prácticamente elimina su interés en el país. Además estas empresas esperan un manejo más claro y equilibrado entre la explotación de recursos de forma responsable y las restricciones ambientales.

En el área legal, las principales barreras a la inversión son: la inseguridad jurídica por los cambios arbitrarios a los contratos que es el peligro más grande para un inversionista, así como la eliminación del Ciadi como el centro de arbitraje más reconocido y aceptado en el mundo petrolero. El cierre del ITT, así como la falta de legislación para el gas natural son áreas de mucha preocupación para los inversores.

Todos estos puntos, más otros que por espacio no se incluyen, ayudan a explicar el porqué prácticamente todas las licitaciones o pedidos de ofertas para inversiones estratégicas han fracasado en los últimos años. Si no se realizan los cambios y reformas necesarias con el asesoramiento de empresas consultoras internacionales de calidad y experiencia en el sector de inversiones, estimo que las probabilidades de éxito en la atracción de capitales para salvar la industria petrolera del país es mínima. (O)