El miércoles 4 de enero en una casa ubicada en el barrio Ciudad de Dios varios hombres ejecutaron a una familia, tres personas murieron. Se salvaron una mamá embarazada y un niño, ambos heridos. Se llevaron en una moto con las manos atadas a un adolescente de 16 años, que ejecutaron con fusiles, dejándolo desfigurado tirado en una vereda con una nota que anunciaba el inicio de una guerra de bandas. Los sicarios también eran jóvenes.