El liderazgo es sin duda la virtud más relevante para comandar las riendas de una institución y por ende de un conglomerado humano. Esta característica es algo de lo que carecen muchas autoridades, sobre todo las de las provincias muy pequeñas. Por ejemplo, en la provincia verde, puntualmente en su capital, Esmeraldas, para las autoridades es mucho más importante aparecer en las fotos de las redes sociales que dar a conocer los planes y programas que en teoría inauguran. El plan Rescata Esmeraldas se ha inaugurado con la presencia de las más altas autoridades del Gobierno central, y como resultados han ofrecido la disminución de los delitos, como robos, asaltos a mano armada y la violencia en las calles. Desde aquel día, los robos y muertes solo aumentan, hasta el punto en que la ciudadanía empieza a cerrar sus negocios por el miedo y la economía, por ende, empieza a decaer. ¿Cuáles son los resultados cuantitativos del plan? ¿En qué se diferencia de los métodos coercitivos tradicionales? ¿Cuáles son los canales de comunicación del pueblo, para ser parte integral del plan? ¿Cuál es el tiempo de ejecución? Existen detalles que, sin poner en riesgo la integridad operativa de ejecución del plan, deben ser conocidos por la ciudadanía, o es que ¿somos incapaces para poderlos entender?, o acaso ¿las autoridades a nivel local no conocen o no han pedido al menos el plan para analizarlo?
El pueblo necesita paz, que se implementen medidas para que la violencia cese y para que la percepción de lo que provoca la violencia subjetiva termine. No podemos sentarnos a esperar que la Asamblea reforme las leyes, debemos hacer algo antes. Implementemos estrategias de puntos calientes, en donde la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas actúen en los barrios denominados de peligro y en donde realmente pueden obtener resultados. Usemos las cámaras del ECU911 y de las ciudades para hacer un seguimiento real e identificar a los ladrones y poder ubicarlos o al menos acercarnos a sus guaridas. Cambiemos el concepto de desempeñar funciones y exijamos autoridades que no confundan su labor con la caridad, pues queremos planes, proyectos y resultados que permitan aliviar la pobreza, mas no que las autoridades aparezcan regalando una libra de arroz, como si hubiesen cumplido sus funciones por hacerlo.
Implementemos una comisión técnica que tenga conocimiento para que revise los contratos de obras que jamás terminan, como por ejemplo el puente sobre el río Teaone en Esmeraldas, que muy probablemente se culmine el día que en España terminen la Sagrada Familia de Gaudí, pues parece ser que es más complejo terminar de construir un puente de escasos metros que una de las catedrales más famosas en la historia. Esta comisión debe analizar las etapas pre y contractuales de muchas obras que llevan más de cuatro años y no se culminan y, lo peor, quedan inconclusas ante la vista y paciencia de sus fiscalizadores. Esmeraldas quiere resultados, quiere paz y quiere obras que verdaderamente nos sirvan, pero por el momento necesitamos que la prensa libre del país mire hacia esta ciudad y se haga público todo lo que nos sucede. (O)