El Ministerio de Educación de Ecuador tiene una historia que se remonta a 1884, creado con el nombre de Ministerio de Instrucción Pública durante el gobierno de José María Plácido Caamaño, aunque su nombre y estructura han evolucionado a lo largo del tiempo.

Posteriormente asumió las áreas de cultura y deportes, formando el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, hasta que en 2007 el Ministerio del Deporte se creó como una entidad independiente, al igual que la Subsecretaría de Cultura se convirtió en el Ministerio de Cultura y Patrimonio. Fue una época de aumento de la burocracia en la administración pública con la creación de varios ministerios para repartir puestos y cargos con jerarquía y remuneraciones altas.

En mi primera participación ministerial con el gobierno de Sixto Durán-Ballén en 1995, el Ministerio de Educación coordinaba las políticas nacionales y gestión en las áreas de la cultura y el deporte, con la denominación de Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. Para mi segunda gestión durante el gobierno del presidente Lucio Gutiérrez Borbúa en 2004, ya se había segregado el área del deporte y se denominaba Ministerio de Educación y Cultura, aunque después se le reincorporó.

Antes de la escisión del Ministerio de Educación (2007), estaba dirigido por el ministro, tres subsecretarios, (educación, administrativo y cultura), seis direcciones nacionales, una Dirección de Educación en cada provincia. La Dirección Nacional del Deporte adscrita al ministerio, con un director. Actualmente existe un ministro, dos o tres viceministros, ocho subsecretarios, como 15 direcciones, y en cada provincia zonificadas hay de 4 a 8 direcciones distritales y unas tantas zonales. Con la Revolución Ciudadana se crearon más de 1.200 cargos administrativos (ahora hay más), para esa distribución burocrática que en nada ha mejorado el Sistema Nacional de Educación. No existe Subsecretaría de la Educación Particular, pero existe la Subsecretaría del Buen Vivir, para implementar los procesos ideológicos progres genéricos woke. Esta unidad debe desaparecer.

El volver a unificar en el Ministerio de Educación las áreas de la cultura y del deporte no sería nada nuevo. Bien podría manejarse con un ministro, un viceministro, que apoye a la primera autoridad, y cuatro subsecretarios: de educación, administrativo, de cultura y deportes. Cada subsecretaría con direcciones nacionales y una dirección en cada provincia.

Considero que la educación superior en las funciones y atribuciones de la Senescyt debe dividirse en dos áreas. La parte que corresponde al apoyo que brinda al Consejo de Educación Superior SES, como la Secretaría Técnica y analistas, deberían pasar a ese organismo; mientras que las atribuciones administrativas de registros de títulos, estadísticas, de investigación, ciencia y tecnología, asignaciones presupuestarias, etc., deberían formar parte de una quinta Subsecretaría de Educación Superior, del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, ya reorganizado.

Eso sería reducir la burocracia y se podría controlar el rendimiento y trabajado de los servidores públicos, mediante evaluaciones periódicas. (O)