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Dolorosa realidad consecuencia de la pandemia por COVID-19 son los niños huérfanos de padres, o de cuidadores. Un estudio realizado en 21 países revela que más de 1,5 millones de niños han quedado en orfandad a causa de la pandemia. (Revista Lancet).

A pesar de los esfuerzos por controlar la pandemia con la vacunación, el mundo sigue enfrentando el virus que causa el COVID, todavía hay grupos guiados por la desinformación que se niegan a la vacunación, poniendo en riesgo a las personas que aman, en especial los hijos, y al mundo entero. El mundo enfrenta la pandemia de los no vacunados y las mutaciones del virus, olvidando los esfuerzos de los científicos, el sacrificio de los médicos y personal sanitario.

Actualmente Estados Unidos está sufriendo un aumento de casos de COVID-19 en los niños, reportando una incidencia mayor al 28,9 % en este grupo de edad, la mayoría relacionados con padres no vacunados. (Universidad Johns Hopkins).

Los no vacunados contra COVID-19, si bien pueden tener inmunidad natural limitada para determinadas cepas, eso no los protege contra las variantes y mutaciones del virus.

Por otro lado, la inmunidad que confiere la vacuna contra el COVID es más fuerte que la inmunidad natural, y tiene eficacia probada contra las mutaciones del virus, ya que la vacuna prepara al organismo a responder contra la proteína del coronavirus.

Por lo tanto contagiarse de COVID no es una estrategia segura, pero ponerse la vacuna confiere una inmunidad fuerte, y si ya ha padecido la infección de COVID-19, la vacunación proporciona una inmunidad más fuerte. Hay evidencia suficiente de que al tener una reinfección por COVID, esta puede ser más grave que la infección original y pone en riesgo la vida.

Además, la inmunidad de cada individuo es individual y diferente, es imposible saber de qué variante de coronavirus podríamos infectarnos, si de la leve o de la severa.

La vacuna sigue siendo eficaz en proteger contra las variantes del coronavirus, protege de las infecciones severas y las hospitalizaciones.

Siguen en riesgo de contraer la enfermedad grave los no vacunados, lamentablemente en este grupo se incluyen los niños, de manera que los padres tienen la responsabilidad de vacunarse para protegerlos y no ponerlos en riesgo.

La variante delta no solo produce la enfermedad, sino que se extiende rápida y fácilmente de persona a persona, aumentando las hospitalizaciones de los no vacunados. Las personas infectadas cargan 1.000 veces más virus en la nariz que con variantes anteriores. Estados Unidos reporta más casos de infecciones y muertes en el mundo, el 83 % de los casos nuevos corresponden a esta variante, y de estos el 97 % de los casos severos corresponden a los no vacunados. (Universidad Johns Hopkins).

Los científicos alertan de lo que se ha llamado huracán COVID-19 categoría cinco, por la combinación de las mutaciones del virus, la relajación de las medidas de prevención, la posibilidad de reinfección y el retraso en la vacunación. (O)


Especialista en cuidados intensivos pediátricos.