En condiciones normales los ríos afluentes del río Esmeraldas conforman un delta de aguas con tonos marrón que se transforman en colores claros al mezclarse con las aguas del mar, atraviesan la geografía alimentando en sus orillas una verde vegetación que se extiende cubriendo la tierra irrigada por lluvias. Estas condiciones cambiaron a catastróficas a causa de las torrenciales lluvias que transformó el delta de serpenteantes ríos en un solo espejo de agua ahogando la tierra, cultivos, casas, escuelas, bienes y sobre todo obligando a sobrevivir a los pobladores.

La ciudad y provincia de Esmeraldas, casi siempre, se han debatido entre la desatención del Estado, de las autoridades designadas por los gobiernos y las elegidas, pocos han cumplido su tarea de dar bienestar a la población; la pobreza y las pocas oportunidades de empleo son notorias; su posición fronteriza con el departamento colombiano de Nariño, que tiene los mayores cultivos de plantas de coca del mundo y produce gran cantidad de cocaína, le impacta negativamente. Los efectos de este golpe de la naturaleza se agravarán si el Estado no fortalece su presencia y si resultaran elegidas autoridades con interés de aprovecharse.

Esmeraldas vive entre decretos de estado de excepción contra el crimen organizado o común que usan el sicariato, terrorismo o sabotaje contra los ciudadanos trabajadores, agentes del sistema judicial, militares y policías desplegados, parece una misión imposible controlar el orden. Seguir pensado que la solución solo es aplicar la presión militar es un grave error, lo más adecuado es que el Gobierno utilice a las Fuerzas Armadas en proyectos comunitarios para incrementar la confianza de la ciudadanía.

La ciudad y provincia de Esmeraldas, casi siempre, se han debatido entre la desatención del Estado...

Un exitoso proyecto entre la comunidad, Petroecuador, Alcaldía y Fuerzas Armadas, a través de la Armada, ocurrió entre los años 2001 y 2004, cuando construyeron casas e intervinieron los barrios El Arenal, Nueva Esperanza, Bellavista y Puerto Limón, los cuales sufrieron los efectos del fuego producido por combustible que escapó de la Refinería de Esmeraldas diseminándose por el río. Luego de los procesos legales se determinó que Petroecuador debía desembolsar dinero para remediar el ambiente e indemnizar a los afectados; presionaban para administrar los dineros la misma institución, un grupo en representación de los afectados y la Alcaldía, finalmente llamaron a la Armada, que a través del Comando de Operaciones Norte, firmó un acuerdo y se hizo cargo de planificar y administrar los recursos, asignó a dos destacados oficiales ingenieros civiles, el capitán Solís y teniente Leonardo Mármol, y junto a la comunidad se ejecutaron las obras.

Señor presidente de la República, tiene la poderosa herramienta del decreto ejecutivo, úsela; las Fuerzas Armadas están desplegadas en Esmeraldas tratando de controlar el crimen y narcotráfico, sin embargo, pueden ser utilizadas en apoyo a la población en riesgo por los fenómenos de la naturaleza como el ocurrido y prevenir El Niño; existen militares competentes y patriotas para ejecutar proyectos como el citado. No debemos permitir que se ahogue el libérrimo, altivo, alegre y generoso pueblo esmeraldeño. (O)